jueves, 22 de octubre de 2009

There´s where Garay was singing

Si es verdad eso de que hablar es combatir, la frase "Tu hermana en tanga" debería ser considerada de uso civil condicionado y la palabra "libélula", munición gruesa.
Y si es verdad que ir a pescar es tomar el te con galletitas con una tía esmirriada y pintada de un modo atroz, las galletitas Manón serían la carnada con la que Dios inviste el anzuelo mojarrero con el que trata de clavar nuestros paladares y extraernos de las aguas miserabels de nuestra existencia, para dejarnos coleteando sobre la cubierta del gran muelle universal, con los ojos secándose y las escamas pudriéndose bajo la luz de la luna.-
Piel y huesos, Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola persigue sin descanso al esquivo Pez-Queso Gruyere, un monstruoso ser mitad Pez, mitad Queso de Máquina, acusado de ser el que afloja las baldosas en los dias de lluvia. A pesar de saberse blanco de todas las burlas, Tertulio sabe (las estadisticas asi lo demuestran) que la mayoria de las muertes de viejas emperifolladas que van a comprar pan flauta se producen 24 horas antes o 24 horas despues de haberse salpicado tras pisar una de esas baldosas. "Si logro detenerlo", barrunta "las viejas me lo van a agradecer. Y podría comprarme ese martillo..."
Un baldoson de esos que forman diseños raros en la acera, colcoado quizá por el mas desquiciado de los albañiles (o como sea que se llamen esas personas que se dedican a poner baldosas en la vereda) estalla bajo sus pies en una miríada de pequeños saltamontes que se incrustan en el entramado del pantalon de su MondioTraje. "Ya estoy cerca", deduce. "Decí que hace como 2 meses que no llueve".
Nadie sabe por qué los falsificadores de firmas no usan sombrero los miércoles, y los cuidacoches siempre tienen olor a aserrín en las axilas. Pero las estadísticas así lo demuestran.
Alla, a lo lejos, en una esquina indeterminada, el Pez-Queso Gruyere se acuclilla y con un tramontina sin serrucho, con mango de madera y remaches color dorado que arrancan destellos de furia a un auto que justo justo pasaba, afloja una baldosa. Y, como no llueve desde hace meses, con uno de esos cositos que apretas el gatillo y sale agua (el que en si niñez conocía como "Bombero Loco". Oh, su niñez, su feliz niñez con otros seres monstruosos, lejos de las miradas cínicas de los vendedores de Biblias y los Testigos de Jehová, oh, su niñez...) inyecta un chorro del vital elemento bajo la losa. Otro crimen impune, otra vieja muerta, otra enagua embarrada. Y la policía no hace nada...
Mientras tanto, aquí, en, Mondiolandia, una nueva salchicha parrillera ve la luz.
Un verdadero caballero no estornuda ni escucha la radio cuando una dama habla por teléfono.

lunes, 19 de octubre de 2009

Agarrense el dia que los semáforos salgan a comer gente.-

Salió a la calle como siempre, esta vez con una inverecunda idea: encaminar sus siempre teledirigidos calzados hacia el estudio de filmación más grande de Mondiolandia, el Parafus Film Studio Of Actors and Esas Cosas. Alli tendria una entrevista con alguien y le mostraria un guión de su autoría, el cual, aplazando prejuicios y modelando Topos Gigios de arcilla daria seguramente que hablar.
"Lo bueno de tener varias amantes es que nunca te sentiras solo. Lo malo, es que se te va un presupuesto en Blem", sentenció, grave, rubicundo y perspicaz el Muchacho Arbusto en una esquina de Mondiolandia, mientras miraba un horizonte cargado de presagiosos discos de Cacho Castaña.
"Si", respondio Terulio, el Asombroso Hombre - Mondiola.
En la puerta lo esperaba Yonatan, el alguien en cuestión con quien mantendria la entrevista.
Sin darle tiempo a nada, arrojó un voluminoso hato de papeles escritos ora a máquina, ora a mano, ora que tal, sobre una mesa de pequeñas dimensiones y escasa estatura que hacía las veces de mesa ratona.
"Dale, contamela que no tengo tiempo", espetó Yonatan.
La idea era mas o menos así. Se trataría de una película argentina. "Basicamente orientada en una ciudad", comenzó Tertulio. El actor principal sí o sí debía ser Ulises Dumont. El haría de padre, de un padre de esos severos, adusto, el cual tendría un hijo, un hijo de esos informales, medio pelotudos, que creen que llegar tarde a los lugares es algo digno de elogio y los define como seres humanos. El hijo podría ser Carola Casini disfrazado de hombre. O el Lobo Cordone. Bue, es lo de menos. Ah, para todo esto, Ulises Dumont era de esos padres criados a la antigua usanza, de los que opinan que la relación padre - hijo debía ser lo mas lejana, fría y dura posible. "Remarco bien esto de lejana y fría - continuó nuestro héroe-, porque si dijera cercana, caliente y dura algun chistoso podría decir en un programa de tele a la noche VENI, AGARRAME LA RELACION y no da. No, no da. Cuestión que Dumont quiere que su hijo sea doctor, abogado, militar, que se yo, algo de eso, y el pibe, que si bien pelotudo e impuntual le tiene un temor casi reverencial a su padre, posiblemente fundado en los rebencazos que le propinó la vez aquella que lo vio tratando de hacer un patito de goma con un alfiler de gancho, no quiere contradecirlo, mentendes? Pero tampoco va a cejar en su empeño así nomas. El quiere ser diesñador de Tupperwares. No se que pasa, pasan un monton de cosas, pero la peli tiene escenas realmente inolvidables (sobre todo cuando el hijo le explica a un pretendiente (ah, porque al parecer es medio maraca, pero se reprime por temor a Ulises Dumont. Pero se le nota, bastante) la diferencia entre un Tupper y una docena de churros de Las Medialunas del Abuelo, donde al hijo le brillan los ojos y uno ahi se da cuenta lo profundo de su pasión por los Tupper, o esa parte en que conoce a un chica que podría ser interpretada alternativamente por Federico Luppi y por Luis Brandoni, primero uno y despues otro, entendes, y al pibe tambien le brillan los ojos, pero la mina no le da bola y el se encierra, literalmente en sus tuppers, y le padre no lo puede convencer para que salga, y otra vez lo caga a rebencazos. Al pibe siempre le brillan los ojos, despues, al final, se da cuenta que son cataratas, pero de momentro no), y terminaria mas o menos así: se opone a todas a las adversidades y se enfrenta con su padre cuando le dice que definitivamente va a estudiar Diseño de Tupper o "Ditup", como le dicen en le jerga. El padre le corta el chorro, dice que no le va a dar un mango mas, la madre mira con cara de sufrida (esta escena va a ser inolvidable, acordate lo que te digo), el dice que va a conseguir un trabajo y a mantenerse solo, pero que va a seguir su sueño y Ulises Dumont le dice, entrecerrando los ojos: "hacé lo que quieras, puto" y se pone a mirar Futbol para Todos, donde Marcelo Araujo confunde una vez mas a Straqualursi con la Oveja Telch. El pibe pone cara de consternado y cuando todos esperan que se vaya dando un portazo, con voz suave dice "esta bien" y se marcha. Consigue trabajo de algo, taxista, paseador de ponnys, doblador de caños con los dientes, algo, se mantiene, estudia, y, como 15 años después, se recibe. Obviamente, nadie espera (ni él mismo) que Ulises Dumont vaya a la entrega de diplomas, y ahi es cuando, al recibir el diploma, lo ve a Dumont (aca debería sonar algo medio meloso, Cenizas de Niños Muertos, Voy a Matar a tu Madre con una Motosierra Stihl Color Naranja Patito, algo así), el cual sigue con su inefable cara de ortis. Termina la fiesta, Dumont se acerca al hijo a fines de felicitarlo y cuando este le tiende la mano al padre, medio de compromiso, serio, sabiendo que el padre piensa que es un boludo, Dumont (ojo al piojo que esta frase es el lei motiv, el "LA PUTA QUE VALE LA PENA ESTAR VIVO" de esta película, parlamento del que se parlará y mucho en los próximos años venideros y años pasados, si alguien inventa una máquina de tiempo) le dice: "PERO DALE UN ABRAZO A TU PADRE, CARAJO" y lo abraza, rompiendo así sus preconceptos, prejuicios y prepucios. El pibe aprovecha la volada para confesarle su homosexualidad, lo que no es bien recibido por Dumont, que lo mata a cadenazos, y despues se suicida comiendo escarbadientes mezclados con hepatalgina. En el medio lo operan de apendicitis y en el hospital escucha un partido de poker por radio".
La felicidad no es eterna, las berenjenas en escabeche, tal vez si.-