jueves, 27 de enero de 2011

Cuando el pollito muera, sabremos quién ha ganado

Hola, soy Sergio, y seré el encargado de remolcarlos en esta, la grua del amor, por la colectora de una ruta que va quizá hasta el infinito, o quizá solo hasta Santa Rosa de Calamuchita, donde cientos de sindicalistas los esperarán con los brazos abiertos, un mate amargo que lloverá del cielo, y melones rellenos de moscas. Pero solo hay una forma de averiguarlo, así que, andando, démosnos la mano como lo hacen los somalíes cuando tienen frío y partamos...”

Te equivocás”, respondó ella entonces. “No estoy nerviosa. Solo que un extraño efluvio a lechuga mantecosa emana de tus axilas. Y el bigote no te hace juego con el cinturón de seguridad. Entendes? Ya no te quiero. Y, como no podía ser de otra manera, lo cierto es que nunca quise que esto terminara así”

No”, dije entonces. “Puedo cambiar. Puedo cambiar las lamparitas de las habitaciones más escuetas de tu alma. Puedo cambiar el alternador, o atarlo con una correa a la cucha de un perro que ha recibido (o no, nunca lo sabremos) un escopetazo por matarle las gallinas al vecino y, encima, de yapa, como si eso fuera poco, tras cartón, tiene el tupé de pedirle un peso pa´la birra, habrase visto.”

No aguanto más. Es martes a la noche y ya no tengo más credito. Terminemos con toda esta mierda. No entramos los dos por la misma puerta, ergo, no saldremos por el mismo pasillo”

Ese fue, palabras más, palabras menos, el último diálogo que mantuvo nuestro héroe, Tertulio, el Asombroso Hombre Mondiola con uno de los tantos caciques de la Gran Olla Popular En La Que Se Cuecen Habas (como en todos lados) y el Estofado Con Osobuco Pero Sin Arvejas (ya que tiene habas) de la Justicia.

Adulado por un badulaque, entonces, embebido en beduinos que imitan a Badía, recorre, a bordo de su Mondiomóvil, las distancias más imaginarias, ida y vuelta, en un patrullaje. Intensivo, sí, pero francamente estéril.

No todo lo que exuda pinolux de limón es Mondiola”, reza una calcomanía (o “pegatina”, como dicen en Palermo Virrey del Pino) en el mundano paragolpes trasero de un camión. Y eso hace pensar a nuestro héroe lo difícil que puede ser trabajar de espejo. Porque, por más esfuerzo que uno haga, cada uno va a ver lo que quiera ver reflejado. E, invariablemente, al verse, todos dicen “ese soy yo”, aunque la imagen que devuelve uno esté referida al vecino que lava música escuchando un auto de mierda. Entonces el espejo (o sea, yo, continúa el razonamiento nuestro amigo) tiene ganas de decirle “no, no, no sos vos, es el de acá al lado...”. Pero calla. Es que, como dice el Sagradísimo Libro de Don Tito, El Camionero que Toca la Verdulera: “Hete aquí lo que os digo, quien sepa ver, que mire. Quien no sepa, que abra los ojos y observe. Y el que no, que se pase un saquito de te verde por el ojete y se fije como le queda. Para eso, antes, que aprenda a ver. Y así...”.

Todos estaban allí, observando, escudriñando, oteando la lontananza con una longaniza a guisa de telescopio. Todos, mis amigos, mis enemigos, una cajera del Coto, el murciélago chileno con su colección de hematocritos y hasta gente que no conocía. Todos blandiendo una longaniza, pegada al ojo, ora el derecho, ora el izquierdo. Y todos, pero todos, estaban tomando Alka Setzer Orchestra, comprimido, 200 mg.

martes, 18 de enero de 2011

Si hubieran sido tan invisibles, no los habrías visto...

"Hace cuanto que estás en esto???", dijo, casi pasmada al ver un anuncio donde se ofrecía un revocador de estanques para patos gay sospechosamente parecido a su interlocutor...
La cara del "sorprendido in fraganti delicti" (como gustan de decir en Palermo Centro de Pilar, Departamento Chiquito Pero con Pileta) fue una mezcla de hastío, estío, es tío y Ustari, el arquero de Independiente cuyo pase era esperado ansiosamente por los socios más vitalicios del Sportivo Mondiolandia, dado que siempre algunos dinerillos dejaba en las exhaustas arcas del inveterado club. Decíamos, entonces, que entornó los ojos, miró al infinito y más allá, tomó aire más para contener la andanada de eructos que pugnaban por emanar de su tráquea que para contestar (eructos con los que estaba ensayando para cantar el himno yanqui, llegada alguna ocasión que lo amerite, como el cumpleaños del tío, o algún intercambio cultural) , miró nuevamente a la cara de su interrogadora, y dijo "hace mucho, que se yo... siempre me gustó revocar estanques para..."
Bruscamente se vio interrumpido (de otro modo no se hubiera visto interrumpido. Los punto suspensivos son los que acabaron con las novelas de Maestro Y Vainmann, y con Montaña Ruso. Ahora van por "El día que te comiste la rosa y te clavaste una espina en la muela", última superproducción televisiva que hace furor entre los jóvenes de Mondiolandia) por un nuevo reproche: "Te estabas riendo de mí todo este tiempo, en mi cara?"
Quiso decir que no. Que nada que ver. Que pintar estanques para patos putos no era taaaan gracioso. Pero alzó lso hombros en señal de desprecio, dijo "La verdad, siempre quise que esto terminara así..." y esperó la que venga.
Lo cierto es que una vez que te dijeron "Te odiamos, te podemos matar???", no hay mejor respuesta que "Y por qué no se matan ustedes y se ahorran un problema?" y, si bien es arduo, peor es un alfiler de gancho invernal sin la parte del olvido.
Pero hablemos de otra cosa, de como algunas mariposas se estampan en radiadores de camiones diabólicos que vagan en las oscuras sinuosidades de alguna Ruta vecinal en la perdida provincia de Buenos Aires, mientas otras, hartas quizá de revolotear en estómagos y ser una imagen remanida y obsoleta, deciden tragarse un sistema digestivo entero. Y lo bien que hacen.
"Desmedular ratones" podría sonar sanguinario hasta en la voz de Carola del Bianco, con esa sonrisa embobada por las ofertas de Falabella. Pero dicho por La Dama de los Cabellos Color Fiat Duna dejaba un resabio algo extraño, como un paladar herido por el aceite hirviendo y la costra maleva de un sámbuche de milanesa, hecho con ese pan que tiene costrita, y cuya milanesa en cuestión hubiera sido sacada recientemente de un balde plástico relleno con grasa a 29756 graddos de distancia.
Así que sí, para que dos lingas si con una nos alcanza y nos sobra...
Kamine a Kucha, actual flautista dulce de Kotorra Kon Katarro nos adelanta el primer korte de su kuarto single, el ke han dado en denominar "Violento y Funky", y kuenta kon la kolaboración de Mike Muir, Robert Trujillo y los otros muchachos de Infectious Grooves.
No digo adiós. Digo que cuando vuelvas, por lo menos traigas facturas. A mi me gustan las que tienen dulce de leche adentro...

miércoles, 5 de enero de 2011

Si, pero son naturales

Y es así que hoy considero que poner "alt + 64" en vez de "arroba" no solo es snob, sino que es lo mismo que subir un armario por la escalera, en lugar de revocar una pared de ladrillos con papel de calcar.
Karnaza Komún, notable xilofonista de Kotora Kon Katarro, planea sus vacaciones allá en la ciudad de las luces de 60 vatios, pero un inesperado ilícito lo aleja para siempre de las playas y de las montañas.
"Cosa de gente fea", sentencia el subcomisario.
Pero Karnaza lo interrumpe, sin mas dilaciones, y le espeta "Kosa de gente magenta". Y los tonetes que emanan de su viril mirada evitan cualquier otro tipo de comentario.
Hoy he descubierto el placer de cortar una ligustrina con una de esas tijeritas chinas que se vendían antes, las plegables. Taas lidiar aproximadamente 40 minutos con un cerco de vegetación pofusa, exhuberante y lujuriosa, los músculos de mi ombligo (o "umbligo", como dicen en Palermo Villa Carmencita) han estallado y prolapsado, con lo cual pareciera que tengo una caléndula saliendo de mi esófago.
Entonces me digo: "no era mejor cuando subiamos escaleras un dia por medio para sembrar lechuga?". Y me respondo: "no, eso es lo que pensaría cualquier mendigo que mantiene un mendrugo mentalizdo en un cucurucho de menta granizada"
La vida suele ponernos en situaciones en que prefeririamos nunca haber estado sin una manguera mas o menos cerca. Hoy te someterás al infortunio, y mañana prenderemos las balizas junto a la colectora sur de la ruta nacional Nº 9, carril mano a Provincia, para anunciarle al mundo que lo que pudo ser se escurrió por el sumidero (o "skimmer", como dicen enPalermo Dusseldorf) y que, al finalizar su huida liquida, esponjosa, pegajosa y un tanto estilizada, hizo un ruido como un chancho intentando tener relaciones con una cámara digital.
Vayan, entonces, pues, ultimos rezagos de cantimpalo, vayan, y que dios los transforme en una vasija de tela de goma porosa
Kotorra Kon Katarro no se Keda Kieta y edita "El Hombre Debe Bailar", con la participación del compositor, cantante y guitarrista Jonh Engelbert y el baterista, percusionista y tambien cantante Oskar "Ossi" Bonde" (de la banda no se si tan casualmente llamada "Jonhossi") y dicen a la prensa: "El tema es unca chotada, pero kopado ke el ke toka las perkusiones se llame Oskar". Con ello se ganan el apoyo y la simpatía de la barra brava de Sportivo Mondiolandia, pero, en cambio, reroceden tres lugares en el Juego de la Oka.-
PD: Metete la salchicha parrillera en el o***te.-