miércoles, 10 de noviembre de 2010

Nada de lo urbano me es ameno

Envuelto en papeles con inscipciones tan simples como sufridas, un monstruo de 5 caras iguales se oculta tras una barba tupida y una calvivie incipiente. Y, entre medio de ellos, asoma la ultima confesión, una que, de haber sido un poco mas temporánea, me hubiera llevado a decir "ah". Y, a continuación, agregar "Y por qué no me lo dijiste antes". Y, sobre el pucho, y para rematarla: "Nunca quise que esto terminara así". Pero es tarde, gordas ataviadas de enfermeras de zombies golpean ya a mi puerta. Valeroso o incauto, abro y enfrento a la marea de adiposidades, pero nadie se atreve a entrar a mi Mondioguarida. Escudada tras el más vetusto de los pretextos ("tengo un kilo de berenjenas en el baúl"), enciendes, enciendes y luego apagas, y luego vuelves a encender una tarde en la que no por no ensayar con una banda imaginaria dejaré de ser menos pueta, habrase visto.
Cuando la unica forma de saldar una deuda es pagándola, o pidiendo disculpas, es hora de darse cuenta de que por más carbón que se le ponga al asado de las circunstancias, la achura de la tristeza nunca se achicará más allá de lo estrictamente necesario.
"Retención indebida", quiso sentenciar TErtulio, cuando la tarde llegó a su fin. Pero no hubo caso, debida o no, ella espera, a mas de 140 kms de distancia, y un mondiomovil ajeno custodia las migajas de lo que viene y se va, cuan una marea de urracas desplumadas que pelean por la última ración de alpiste.
Han ocurido tantos acontecimientos simultáneos que se agolpan en mi cabeza como la hinchada de Sportivo Caraza gritando una agónica derrota contra un enemigo imaginario, mercenario de las mentes alucinadas. El unico lugar probable por donde estimo que saldrán, es por una fosa nasal. Ello si encuentran el camino hacia la luz.
Si dios es una idea, cabe entonces preguntarse cual es el dios de las ideas. Consideremos por un instante que las ideas son como pequeños seres con forma de cangrejo ermitaño y cara de Moria Casancrem. Un brain-storming sería digo de una película pornmo en la que actuara Papa Pitufo. Pero mas allá de eso, estas ideas se reunen un día y tienen a su vez, una idea, a la cual bautizan Dios. El Dios de las ideas, el cual es a su vez una idea, hecha a imagen y semejanza de otras ideas. Sería un Dios cuanto menos con olor a pata, es lo que creo.
Impasible vendaval de yoghurt de frutilla bebible, entonces, ondeas mi alma como una estufa de cuarzo que nunca fue a la primaria.

lunes, 18 de octubre de 2010

Baje la voz, que no estamos en la cancha.

Hay personas cuya alma es cuan una tortuga que sabe cuando nace, pero no cuando se va a morir. Y, llegado el caso, ni siquiera sabe si se va a morir o no. Esta "inmortalidad putativa" se traduce en determinados apectos físicos, psicológicos y espirituales. Físicamente, la gente se apergamina, se pone amarillenta, ve como sus pelos adoptan una forma de filamento de bombita de magnesio a medio incandescer, y deja de distinguir a simple vista entre un tanque de guerra y un tatú carreta. Psiqucamente, comienza a desenterderse de sus semejantes, llegando a adoptar la personalidad de un vaso de vidrio. Medio lleno, o medio vacío. Depende. Además, suele convencers de que usar camisas leñadoras el es el último top ten de la moda. Espritualmente, por último, el ánima se retrae, como una encía socavada por el sarro de miles de años de angustias y desazones, dejando al descubierto una monstruosa llaga, donde miles de gusanos hediondos pululan y se desgañitan por el último pedazo de una torta de chocolate que alguna vez fuera tu felicidad, y que hubo que tirar a la basura para evitar que cientos de municipales invadieran lo que hemos dado en llamar mi humilde morada.
Ramalazos de histeria colectiva surcan los cielos, y se manifiestan ante los incautos como una aurora boreal. Así como esas virgencitas que cambian la tonalidad de sus ropajes según las condiciones climáticas imperantes, hete aquí que hoy tus ojos, al posarse sobre la verdosa luz de la fotocopiadora mas eléctrica del orbe, me han indicado que evitaremos el naufragio, pero que por la tarde va a desmejorar lentamente, con probabilidad de lloviznas de choripanes aisladas, y vientos rotando del sector sud, hacia arriba primero y hacia abajo después. Pero no vientos como los que uno conoce, sino vientos que se asemejan al que corre en el subte cuando pasa un vagón cargado de chinos, un viento que no hace más que remover las iniquidades pasadas y por venir, arrojarndolas a nuestros rostros, quizá hasta abofeteándonos con ellas, para luego continuar su camino hasta Ministro Carranza.
Hallazgos inesperados reclaman soluciones impertérritas. Llega un momento en que uno debe dejar finalmente, de ahogarse en una galletita de agua y darse cuenta que el mundo es como un conejo con síndrome de abstinencia visto medio de costadito.
La última vez podría estar a la vuelta de la esquina.
Impasible e imposibilitado de apartarse del mundo capitalista que nos rodea como una masa de agua que sobornara las ancianas planicie de Gondwana, alla por el año mil vivió un homre que era un pollo. Por ese mismo motivo, desde el últimoesperpento dela moda discográfica, la Tonete´s Record nos trae hoy "Bossa´nd Kotorra Kon Katarro", desde donde los muchachos de The Sunshine Underground exclaman "Quiebra Comercial", perpetrando un merecido homenaje a la banda Mondiolense.

lunes, 4 de octubre de 2010

El fini se acerca, estad prevenidos.

Puede haber sido en una época de antaño que un cocodrilo embalsamado incrustado en un palo de escoba colgando de una lamparita de 250 voltios haya sido la obra de arte por excelencia, pero lo cierto es que hoy día una tortuga muerta es uno de los espectáculos más tristes y desoladores que puede ofrecer la naturaleza al ojo avizor del hombre medio.
Hablando a toda velocidad solo se consigue que tu interlocutor desee tener las orejas del lado de adentro de la conciencia. Eso es más que útil a la hora de desintegrar la misma naturaleza gregaria del palo de escoba que mencionáramos más arriba, pero no para mucho más. Por lo cual desde las altas esferas del gobierno aconsejan ser prudentes a la hora de pensar de qué color vamos a pintar el cordón de la vereda, no sea cosa que, viste como es esto.
Determinados autores descartan la efectividad del papel glassé, basados, fundamentalmente, en la casi nula (o "nimia", como dicen en Palermo Mamagandi) consistencia y resistencia que ofrecería ante un cardúmen de brótolas afectadas de vitiligo o sarna. Sin embargo, las partituras pegadas con cinta aisladora a las paredes de la irrealidad me dicen que las cosas podrían haber sido distintas si hace un par de años hubiésemos elegido tirar la cadena con la otra mano.
"Ahora es el momento", se dice Tertulio. Y emprende el periplo más escabroso que pensó que podía tener que seguir alguna vez. "Todo camino empieza consultando la Guía T, y culmina en una pericia de revenido metaloquímico, donde solo aflora la numeración original de lo que alguna vez quisimos"
Konejo de Krealina, baterista de Kotorra Kon Katarro nos explica que su último corte de difusión, denominado "Mi nombre es Jonas" (en el que cuenta con la inapreciable colaboración de Rivers Quomo, Brian Bell, Matt Sharp y Patrick Wilson, y que hace las delicias del Niño Cabeza de Piraña) se inspiró en el ya conocido futblista Jonás González, aquel que se destacara por su inutilidad a la hora de distinguir entre el banderín solferino y el escarlata. Cuenta nuestro músico que, contemplando el cotejo en el que se enfrentaban la Selección Argentina y Uganda, el citado González, transcurriendo unos 15 minutos del segundo tiempo, despachó un centro frontal, el cual no trajo aparejadas consecuencias dignas de hacer mencion, dado que fue rechazado (un tanto poco ortodoxamente) por el 3 de Namibia (que había entrado a la cancha en un container, por eso nadie lo había visto y notado que representaba a otro combinado), el ya famosísimo Joseph Mamagandi. Esta jugada, no exenta de un brillo y un tinte que solo el ojo avezado puede apreciar, insprió a nuestros amigos de K. K. K. a escribir la canción que hoy nos presentan.
Mamagandi se fue expulsado ese mismo día. La mala suerte quiso que, cuando fue a buscar el container, le habían confeccionado un acta de infracción por dejarlo mal estacionado, impidiendo el paso de una fila de patitos por la calle principal de Uganda. Pero, como todo en la vida es un ida y vuelta, el día que fue a pagar la multa, fue visto (y decubierto, se podría decir) por un cazatalentos, quien lo llevó a pobarse a las inferiores (aunque ya contaba con 25 años de edad) de Sportivo Virrey del Pino, donde se destacó (por medir medio metro más que sus compañeros), llegando a jugar varios y memorables partidos en la primera. Descendió un par de años más tarde, tras lo cual se retiró del futbol y se mudó a Merlo, donde actualmente se dedica a la venta de lombrices para hacer tapados. Sus ex-coequiper a veces lo van a visitar (al grito de "vamos a lo del negro"), pero el no los entiende. Ergo, no les abre la puerta.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Todo brilla, resbala, y se vuelve reglamentario

-"Ves, ahi es donde te equivocás. Alguien dijo que Dios no juega a los dados, otro sugirió que nuestro amo juega al esclavo, y un tercero, por fin opinó que se dejaras de comer anteojos de lectua bifocales con tanto aumento podrías entender mejor el comportamiento de una hamaca paraguaya. Pero en definitiva, bien que se juega unas fichitas a la ruleta, de vez en cuando. Dios, digo, no Kele Okereke"
-"No, claro que no. Por ejemplo, ahi tenes lo que dicen los estudiosos del Nuevo Libro Gordo de Petete... Primero fue la loma, después el orto... pero fue a propósito, entendes, primero creo una loma, y ahí agarró y te creó el orto. La lógica indicaría que los sucesos se desencadenaron a la inversa, pero las probanzas históricas son innegables..."
-"Y para que hizo semejante huevada, me podes explicar?"
-"Y, los caminos del señor son inexpugnables, viste"
A tan solo una libreta de esas que tenian una llamita en su tapa (una llama de los animalitos, no de eas que prenden fuego cosas) de distancia de hallar el fracaso absoluto en una nueva intemperie de impertinencias y exégesis de hechos que quizá nunca ocurrieron, y, de haber acaecido, nunca debieron haber pasado, Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola, debate con el Muchacho Arbuisto acerca de las posibilidades de que algo sempiterno e intangible haya podido crear un ser mitológico que es capaz de introducirse dos bizcochos de grasa 9 De Oro en la boca y sorber un trago de mate amargo al mismo tiempo, solo para deleitar su paladar con semejante perversidad meriendil, y por el otro, a Kele Okereke.
La discusión, que se esparce entre las volutas de humo que deja un cigarrillo imaginario, dado que ninguno de ambos fuma, se desplaza, como brillantina de color fucsia sobre el papel lleno de plasticola de un caracol demente, toma nuevos rumbos y direcciones, se permeabiliza y absorbe un librode tapa dura por entre sus poros.
Pero el deber llama, y es hora de un nuevo capítulo en la lucha contra la adversidad.
El mal explota, como revienta una ampolla (o "flictena", como gustan de decir en Palermo Kele Okereke) y salpica con su icor de severidad el alma de aquellos que han sido vejados por una vieja, pero aún no lo saben.
Mientras tanto, Kortázar Kareta, nuevo fagotista de Kotorra Kon Katarro, explica de esta manera el creciente éxito de su banda. "Ke una banda komo Ozma haya decidido kortesmente kantar una kancion de nuestra kreacion, es algo ke nos llena de júbilo el alma". Porque Kortázar Kareta habla con K. Pero sueña siempre en mil distinto tonos de verde, eso sí.
Y entonces, sin mayores prolegómenos, oigamos a Ozma haciendo un kover de K. K. K., el cual se ha dado en llamar "Baseball"
Cosas sorpredentes ocurren cuando logras introducir una lombriz solitaria por un tomacorrientes.-

lunes, 13 de septiembre de 2010

Dentro de la carpa de un circo, hasta el mono más dócil parece un costurero

El tiempo, en sí mismo, y no considerado como la línea semirrecta con que una lombriz suele confundir a su pareja en una noche de pogo de lumbrices e isocas que se evenden al costado de la ruta, en una clara insinuación a pegar posters pagsa en la última pared del arrepentimiento, sino visto desde un costado, es cuan una cinta de correr puesta a velocidad media. O como un medidor de luz, donde la ruedita esa que tienen los medidores de luz está colocada en forma transversal, un tanto oblicua y ligeramente sobornada para no caer en la triste trampa de la ley de gravedad.
El hijo bastardo de un pulpo y un trapo rejilla inunda la orbe con sus cánticos de sirena, mientras arroja ositos de avena sobre los desprevenidos transeuntes, quienes, creyendo que el día del juicio se acerca, se entregan al desenfreno y al consumo desbarrancado de sopapas, con las que pretenden adherirse al pavimento para no ser arrancados de la esfera celeste por los jinetes que el apocalipsis regala en cada una de sus páginas.
"Arregle el encéfalo esténcil"...
Aun habitante del inframundo que el pasaje de lo onirico a lo tangible crea en nuestras mentes, en ese delicado instante, ni más ni menos, Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola siente que, cuan un boomerang de hielo picado fino arrojado por un gato muerto relleno de bebés rellenos de vidrio molido, un insistente reclamo atraviesa su médula espinal y lo reclama, precisamente.
"Atendé el teléfono, imbécil"...
Ahora sí, la voz inconfundible del vecino botón que lava el auto escuchando música de mierda termina por traer a nuestro héroe de regreso a la tierra de los vigilantes.
"Quien habla...", musita, ordena más que pregunta, regurgita, el valeroso enmascarado, aunque en el fondo de su ser hipotetiza la respuesta. Y, como es su costumbre, tal dechado de adivinación se ve confirmado. Loable proeza, si no fuera por la inapreciable ayuda del identificador de llamadas.
El Joven Langosta ha vuelto.
Tal y como suele hacer, esta vez requiere la imperiosa colaboración de Tertulio para dar con una cuchara que ha extraviado dentro de una mochila.
"No podés mover tus contactos?", pregunta.
Antes de responder, Tertulio sopesa en su tráquea (que, producto de la ingesta desmesurada de aspirinetas, luce hoy semejante a un búfalo perseguido por un tractor) la posibilidad de mandarlo a la mierda. Lo contiene como único obenque de un puente Zárate - Brazo Largo a punto de desmoronarse sobre una chata arenera, el recuerdo de aquella vez que, siendo alrededor de las 07:00 horas de un día cuasi primaveral, soleado pero fresco y desmejorando por la tarde, lo ayudó a ajustar un borne del Mondiomovil. Del otro lado de la balanza coloca la vez aquella en que, obligado por las circunstancias y oculto bajo una manta de esceptisismo, mandó a una ayudante (para no dar la cara) a pedir sillas prestadas. O las interminables noches enteras cocinando un pollo al horno y mirando películas en Cinecanal. O el día en que a vieja de arriba hacía umbandas y tuvo el coraje de llamar a las 2 de la mañana para preguntarle si él también las escuchaba. O la ocasión en que tuvo que hacerle frente solo a un boliviano enfrecido tras un desplante de un Impetuoso Joven Langosta...
"Bueno, voy a ver que puedo hacer".
Una no muy larga lista de frases solemnes cuenta en su haber Tertulio, y que las reserva solo para ocasiones especiale. Luego, cuando repasa los acontecimientos, las repite, pero su voz, en su imaginación, suena a la vez ominosa, cargada de experiencia y tristemente definitiva. La utilizada esta vez fue casi con un tono de reproche. "Pero dos mentiras no hacen una verdad". Y ese fue el punto final.
Pocas cosas hay más infinitas que un ocho acostado, salvo, quizá, el nuevo éxito de Kotorra Kon Katarro, "No vengas Corriendo" (el cual cuenta con la colaboración de Dave Allen y los demás integrantes de Hal) y que fuera utilizado por "Asociación Civil Luchemos por laVida" para su nueva campaña de respeto a la línea amarilla.-

lunes, 23 de agosto de 2010

Cuelga mi alma al sol, como un par de medias sin religión.

Ensimismado, contemplando una batata, helo allí, a Tertulio, el Asombroso Hombre - mondiola, estudiando las papeletas que un destino implacable como el viento Zonda, pero a la vez voluble y fascineroso, como el Mar de Las Pampas, ha dejado en sus manos. Es que ha atacado de nuevo. Sí, el criminal en serie más despiadado que se haya conocido en los últimos meses en la tranquila vecindad de Mondiolandia, ha perpetrado un nuevo delictum, siguiendo siempre el mismo modus operandi y res non verba. El (por ahora, como diría Messi, o algo así, en la propaganda de toallitas femennas para luchadoras grecorromanas) se dedica, tras un prolongado y minucioso estudio, a ingresar a los locutorios (o "cyber", como dicen en Palermo Villa Carlos Paz, o "telecentro", tal cual le solía decir a Tertulio su Maestro de Esperanto. Oh, viene a su memoria, ahora, en plena investigación, aquella tarde en que el Maestro le propinó un remoquete con un ladrillo hueco cuando el discípulo, inexperto, ineficaz, indescifrable, dijo "alguacil" en lugar de "ojota", todo ello, por supuesto, en esperanto) y, tras solicitar la confección de una carta de presentación para la Sociedad de Vendendores de Sandías, otorga nombres y demás datos filiatorios de dudosa procedencia. El tema no sería solo ese (que, hasta allí, y valga la redundancia, se limitaría a ser solo una pelotudez), sino que el muy taimado se retira sin abonar el servicio, dejando a los dueños del comercio sumidos en la desesperación, el llanto, la ira, la frustración, el odio y la mar en coche.
Clava una chinche verde, entonces, Tertulio, sobre un mapa de la ciudad, indicando el lugar del último atraco. "Si estas chinches de mierda no se movieran tanto", piensa, tras lo cual asesta un certero martillazo al himenóptero en cuestión, el cual, habiendo dado su vida y su nauseabunda alma al servicio de la Justicia, la Paz Social y Los Pandulces que Regalaba Evita, señala ahora, ominoso y fúnebre, un nuevo hito en la marcha de la inseguridad.
Leyendo, no obstante, los currículums apócrifos, puede establecer que nuestro individuo se trata de un ser un tanto alelado, con orejas medianas, de contextura física algo retorcida, cabello de un largo intermedio entre cromagnón y D´artagnán, con una barba y un bigote, pero sin estrías ni celulitis, ojos aguileños, una extraña aversión al agua de la canilla, y titular de una nariz con forma de orangután. "No de nariz de Orangután, sino de orangután propiamente dicho", habría sostenido en su declaración ante la autoridad uno de los damnificados.
Llegados a este punto, he de haceros una breve descripción de la ciudad de Mondiolandia, para que os deis una idea de cómo se desarrollan los eventos. Imaginaos una próstata vista desde el aire, partida en 8, como si de una pizza de rúcula y jamón crudo se tratara. Uno de los así delimitados triángulos (que, para apegarnos a la metáfora, no contaría con aceitunas, pero sí, quizá, con una anchoa dispuesta perpendicularmente), se ajusta bastante a la forma de Mondiolandia, vista desde arriba con el Google Earth.
Pues bien, los charcos de chinche configuran un patrón bastante bien delimitado para el ojo avizor.
"Ya se donde va a atacar la próxima vez", se dice, emocionado, Tertulio. "Pero cuando??? Cuando????"
Mentalmente, y sin desanimarse, comienza a establecer en el plano de la ciudad los domicilios falsos que el delincuente (a quien el ingenio popular, nfluido quizá por la machacante y desvastadora publicidad de Crónica TV, ha bautizdo "El Loco del C. V.") ha aportado en sus tropelías... "Si tan solo tuviera chinches rojas", se lamenta nuestro héroe, mientras se confoma con insertar papelitos de caramelos Sugus al mapa, previo haberles dado una forma cónica, cínica y crónica de cucurucho embalsamado.
Suena la Mondio - llamada, ruge el Mondio-móvil por los empedrados de esta ciudad neblinosa y lúgubre, otro Telecentro siniestrado, otra llegada tarde, otra vez el escarnio.
Pero no todo es derrota. "Esta vez cometiste un error", le espeta a un imaginario Loco del C. V., que lo contempla horrorizado con sus imaginarias cuencas vacías, ya puesto a disposición de la Justicia de los Hombres. El criminal ha olvidado una bolsa de Carilinas. Y, para un perspicaz investigador como Tertulio, eso, a veces, basta.
Regresa a la Mondioguarida, cansado y estupefacto, pero con un quinqué de esperanza derramando su mortecina luz sobre la apesadumbrada alma de nuestro amigo.
En el camino de vuelta, un entrevistador lo detiene y le pregunta, sarcástico, su opinión acerca de la clausura de "Fibertel", el lugar donde el parvulerío mondilense adquiere sus crayones y sus respectivas madres compran retazos de tela para armar muñecos country. "Muchas cosas en la vida nos ofecen plenitud, y no son más que mentiras que desgastan la inquitud", contesta. Y, al hacerlo, un escalofrío recorre sus pensamientos, como si le hubieran adherido una tortafrita en el hipotálamo. Al otro semáforo se le apareció el Fantasma de las Navidades, personificado como Ricardo Arjona, y le pidió un peso para comprar ginebra.
Mientras tanto, al ritmo del tercer corte del último (y por ahora primer) demo de Kotorra Kon Katarro (que responde al nombre de "Se nos acaba el tiempo", y cuenta con la amigable participación de Steve Bays y de los demás Hot Hot Heat, en este caso se trata de una versión en vivo y acústica), Tertulio avanza en la creación de un microondas que enfríe. Sus avances le permitiron crear uno que no calienta. Y eso, mis amigos, ya es demasiado.

martes, 10 de agosto de 2010

Hola Iglú, tú eres donde duermen los esquimales...

Conmovido por pequeños trenes de ondas electromagnetofónicas que viajan respetando todas las paradas intermedias entre el hueco poplíteo de mi mente hacia la faringe de Dios, desperté en el día de la fecha con una desenfrenada necesidad de comprobar con mis propios ojos si habías salido a sacar la basura o, al menos, a barrer las ventanas.
Estimo que aún no se si fue porque soñé que conocías a mis padres (o cuanto menos a uno de ellos), tras lo cual íbamos al muelle del Paraná de las Palmas ese que ya sabés (y que tantas satisfacciones nos diera otrora) a ver carreras de surubíes, o tal vez porque recordé aquella ocasión en que, en mi presencia, pero sin percatarte de que estaba allí, telefónicamente te comunicaste con un Ingeniero en Sistemas, quien te dijo, con voz queda y un brillo de insubordinación en la comisura de los ojos, que no, que no podía, que vayas yendo y después te avisaba.
Pero no, la basura agitaba su ausencia en el canasto de la puerta de entrada del acceso oeste a tu alma, y, aunque la ropa se oreaba y ofrecía sus desmañadas costuras a la fresca brisa matutina de Mondiolandia, se notaba a la legua que tus delicadas manos no eran las autoras de esa farsa que llamamos "colgar la ropa" (o "tender la ropa", como dicen en Palermo Cañuelas).
Mientras en la radio nacional y popular de Mondiolandia (FM Ordago), Kotorra Kon Katarro presenta su nuevo Hit (el cual tranquilamente podría llamarse "La Canción del Pulpo", aunque por cuestiones de semántica y literatura inglesa no es así, vaya a saber uno por qué), esta vez con la colaboración especial de Shawn Christensen y del resto de stellastarr*, al tiempo que, simultáneamente, una locutora que luce obesa (incluso a través de la radio) anuncia la apertura, los pocos cupos existentes y la extinción programada del Curso de Reparación y Reciclado de Broches de Plástico, a cargo del maestro Totori Berugamota, ("consejito para las amas de casa" - exclama - "señora, NO deje los broches en la soga, sáquelos dspués de usarlos, y envuélvalos en papel de lija para que conserven su elasticidad y su frescura", acentuando al decirlo la N, con la típica tonada de tonete, característica de los dialectos del suburbano Mondioalndiense), decía entonces, mientras pasaba todo eso en el éter, Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola, recorre la jurisdicción en prevención de ilícitos y faltas en general, ello a pie, solo, con un chihuahua embalsamado dentro de una bolsa de consorcio como única compañía, adláter y adalid en su lucha contra el crimen.
Vestigios de lo que fuera la soledad acompañan también cada uno de sus pasos. Piensa en regresar cuanto antes a la Mondio Guarida, ensimismarse y llenar un tupper con recuerdos ajenos, pero el deber llama, el mal no descansa, aunque me veas vestido de sport, y la sociedad entera pende de un hilo sobre una aguja de tejer al crochet, cuan Espada de Damocles, pero al revés.
"Escuchame" - se dice - "hace menos de un año que te compré esta frazada y ya no abriga un carajo, hace algo, viejo, porque a la noche me re cago de frío".
Diálogo que nunca llegará a oidos del malvado "Vendedor de Frazadas" (también conocido como "La Tos Convulsa de Dios"), malévolo criminal cuyo plan consiste en proveer a las Insituciones Patrias de elementos de abrigo en mal estado y, tras esparcir sobre ellos una reciente y mortífera cepa de Coqueluche con Sambayón Granizado, hacerse con el mando, el dominio y las perinolas de este Estado Decrépito y Agonizante.
Nunca llegará, porque se vino el calorcito, nomás, y ahora hay cosas más preocupantes, como procurar que el color de las ojotas que se usen esta temporada primavera-verano no encandile a los camioneros. La seguridad al volante la hacemos entre todos, vio...
Vuelas al más allá en un monociclo, conducido por una vaca holando argentina que aún no se da cuenta. Me extraña que entren las dos.-

miércoles, 4 de agosto de 2010

Felicidad empieza con efe

Cuenta la antigua leyenda que, cierto día, y presa de un ataque de pánico, Totori Berugamota, milenario sabio japonés de la última hora, intentaba hacer un perrito con globos de esos cilíndricos que usan los mimos para hacer perritos de globos, no se si me explico, todo ello para entretener y acallar a sus 17 críos que ya le tenían las borlas medio a punto de explotar. Bueno, el tema es que como aún los mismos (los globos, claro está) no se habían inventado (sino que llegarían de la mano de Marco Polo un par de años más tarde), Totori utilizaba, a guisa de tales globos, 4 chorizos mezcla, porque los chorizos de cerdo puro puro 100% cerdo tampoco se habían descubierto, sino que llegarían (solos, provenientes del espacio exterior) tres o cuatro días más tarde. En fin, cuestion que, intentando hacer un perrito de chorizos logró en primer término dar forma a un barquito de papel. Siendo que el mismo no llegaba a atraer la atención de su prole, intentó, en un rapto de desesperación y genialidad, hacer un cactus. Tras varios pliegues, dobleces y lances de judo (uno de los chorizos era particularmente reacio a dejarse manipular de semejante forma), logró, finalmente componer una mezcla entre Grulla, Garza y Pato Donald (el cual, obviamente, tampoco se había descubierto). De esa forma (y no de ninguna otra) nació el "chorigami". Esta nueva arte se fue perfeccionando a tal punto que los guereros samurais japoneses la convirtieron en un arte marcial (y no, no usaban morcillas a modos de nunchakus o como se escriba, los nunchakus tampoco se habían inventado, aunque muchos dicen que por ello mismo Totori fue un visionario), el "Chorigami - Do" (que, traducido del japonés significa "camino de cintura"), el cual aprovechaba los gases intestinales del contrincante para atestar su golpe más mortífero, el así llamado "golpe mortífero letal de la vida y del amor también".
Lo cierto es que, tras una severa incursión en la disciplina del chorigami, Totori, enamorado de su creación, como todo artista medio ensoñador que se precie, decidió un día contraer matrimonio con un embutido, en este caso un chorizo colorado, creando de esta forma, la "chorigamia". Perse a lo que muchos puedan creer, esta nueva modalidad se expandió rápidamente. Empero, justo es decirlo, en un principio solo se aceptaba y veía con buenos ojos el matrimonio entre un japonés y un salame de Milán. No obstante ello, y tras reiteradas y multitudinarias manifestaciones de los sectores derechistas más acérrimos (conocidas como "marchas del orgullo del salame tandilense", por tener la primera de estas expresiones su lugar en la citada ciudad), en 23377654 AC, el entonces emperador promulga la ley del "Chacinado para Todos", que promueve la igualdad entre salames picados finos y picados gruesos a la hora de unirse en Santo Matrimonio. Entre los argumenotos en contra se contaban varios realcionados con asuntos espirituales, morales, biológicos e informáticos. Pero el emperador fue tajante al comparar la discriminación de que eran víctimas las salchcihas parrilleras con el secuestro de Morcillas Bombón (y su posterior entrega a repartidores de diarios) acacecida durante los lamentabilísimos años que siguieron a la "Masacre de Palermo Roque Pérez", y ese fue el final del debate.
Con respecto a un tema ya pasado de moda, he de decir, aclarando y corrigiendo un lamentable error, que, tras un estudio semántico y de merchandaising, Klavíkula, el karismático kantante de Kotorra Katarrienta decidió que tal nombre no era adecuado. En primer lugar, porque, con semejante apelativo, en lugar de una banda punk salvaje y adoradora de Satanás, parecían una banda punk más del montón (es decir, 4 pelotudos que a gatas saben distinghur una guitarra de una semifusa y de un fagot). Por otro lado, la expresión "katarrienta" no está admitida en el Diccionario de la Real Academia Española", sino que el término correcto sería "acatarrada" (o "akatarrada", para que suene más punk). Así las cosas, decidió, unilateralmente, cambiar el nombre por "Kotorra Kon Katarro" el cual tiene la ventaja de conservar la escencia rebelde y suprarrenal del nombre anterior, y además las siglas de tal denominación remiten directamente a aquel grupo de gente que se vestía ocn capuchas y tenian hobbies tan diversos como rezar, adorar a Dios Nuestro Señor y matar negros, entre otras actividades, todo lo que le daría a la banda un tinte más polémico y una invitiación segura al programa de Susana Giménez, donde Kemadura de Karakú, el bajista, le diría a la Diva de los domingos que no, que nada que ver, que el nombre nació como una joda, que no son racistas, si hasta ellos mismos tienen amigos negros, ahi lo tenés al Negro Manopla, de la barra de Sportivo Mondiolandia, o al Negro Ventanita, sin ir más lejos.
Y ahora sí, y a pedido del señor El Gaucho Santillán, aqui les dejo el primer corte de "Korre Korre Ke Aki Tespero", primer demo de Kotorra Kon Katarro (KKK), intitulado "No nos engañemos a nosotros mismos (para amar y ser amados)", en este caso con la colaboración de Connor Oberst (y del resto de los Bright Eyes), el cual, para los desentendidos, es como Calamaro, pero yanqui, con talento y sin hacer canciones para FM 100... bue, un músico denserio.
Brotes de soja, brotes de soja por doquier, pero no detrás de tus ojos.

lunes, 2 de agosto de 2010

Si en vez de granizo granizaran almohadas, los así llamados "trapitos" verían Babeando por un sueño en un plasma de 32" regalados en el Plan Trabajar

Viendo que las comadrejas que antaño pululaban por los recovecos de tu alma hoy naufragan en un mar de ambulancias sin destino que acarrean cadáveres de sentimientos cantados por Los Parchis desde un punto indeterminado hacia Villa Caraza, no me queda más que preguntarme por qué no te guardas ese lapiz en el bolsillo trasero del jardín de tus amores antes de hablar mal de la bolsa de arpillera que me compré y que protege mis pulgares de la ola de frío polar que se viene después de las lluvias y el calor.
Intentando vengar a imaginarias boletas de luz, Tertulio, el Asombros Hombre - Mondiola, encende un burro de arranque con una mezcla explosiva de querosene y Ositos de Avena impregnados en más kerosene (esta vez con "k" de Kotorra Katarrienta, el nuevo hito del Punk Afrodisíako), mientras junta valor para decirle al Gallardo Caballero "no, hoy en realidad tengo que mirar el ventilador de techo y sacar un promedio de revoluciones por minuto". Sin embargo, algo más fuerte que la barra espaciadora de nuestras angustias lo lleva a decir "Sí, pasá cuando tengas ganas", y, tras colgar, con una sombría expresión, esperar a que todo sea un capítulo estreno más de esa farsa que llamamos nuestras vidas.
"Es una bola que no me hayas dado lástima", piensa, luego, aunque ya tarde, tras lo cual se agrega mentalmenhte "Por qué las mejores respuestas siempre se me ocurren mientras camino rumbo al Club de Bochas a mirar a lo que otrora fueran ancianos empedernidos tirarle pan a los gorrioines en espera de ese chimango que le traiga en su inverecundo pico los resabios de lo que fuera su felicidad?". No obstante ello, y tras meditarlo profundamente, llega a la conclusion de que siempre quiso convidarle un chorizo a un mandatario de un pais extranjero, investido, eso sí, con su Mondio-Traje, y nunca tuvo el valor. Oh, malditas ganas de pensar en otra cosa, oh, perdición de un Bob esponja mutilado e incandescente.
La diferencia entre "fluorescente" y "fosforescente" será explicada en otra clase, mientras tanto, contentémonos en saber que detrás de cada mouse óptico se oculta un alma perversa, esperando nuestro más mínimo error.
Todos los huevos del gran diluvio universal fueron puestos por la misma bataraza...
Y odio tus comillas, so gaznápiro

sábado, 17 de julio de 2010

Una máquina de fracasar

Cuan un besugo desesperado, que aletea y coletea y filetea con todas sus fuerzas solo para llegar antes que el lenguado al próximo semáforo en rojo, hoy, el Mondiolandia Sporting Club, ha perdido la categoría, tras una lucha despareja en donde tres búfalos que ingresaron al campo de juego exhibiendo sus vergüenzas pudieron más que los miles de fanático que se habían quedado en la plaza de la esquinam, haciendo equilibrio sobre el subibaja ansiosos por conocer el resultado final.
De esta manera, y si bien creo haberme excedido un tanto al haber soñado con vos, así como hoy te veo en blanco y negro, mañana te veré en sepia, y pasado en Pal N, mientras le preguntas a tu vecina qué ruta seguir para llegar a Escobar, por ejemplo.
Tertulio se puso en la búsqueda insaciable del temible ladrón de tejas asesinas del más allá, para lo cual, siguendo la lógica de cualquier investigador que se precie, llamó al dueño de esa fábrica de plásticos de Benavídez, esa que se hiciera famosa en su oportunidad porque torturaba a los cartoneros que pasaban a llevarse los cartones (valga la redundancia) que el sistema descartaba y dejaba tirados en una zanja, viles desperdicios de un poema escrito con la pluma de un dodo hace ya miles de años, y que hoy llega a nuestras manos por la módica suma de un cargador de baterías de celular en desuso, haciéndoles escuchar esa canción que decía "si refresca por la noche, alguien me va a acompañar, la cual, tras ser traducida del arameo al griego, del griego al hebreo, del hebreo al sudanés, del sudanés nuevamente al arameo y de ahí al español, hoy en día deja oir (la discográfica lo niega, pero, como Hombre - Mondiola, estoy pletóricamente seguro de que es verdad) "Me regalaste un DVD regrabable para mi cumpleaños, sos un turro".
Y tras otra agotadora jornada de persecución de delincuentes y malhechores varios, hallo la paz en el fondo de una cajita de jugo de naranja con la imagen de Ben 10 en su portada, quien me mira amenazante, pretérito para tirarme una borla de fuego directo a los ojos, previo a extirparme el colon con una galleta marinera de agua dulce.
Eso es lo que ocurre cuando, en vez de ir al médico, decidimos autocurarnos empleando semicorcheas embebidas en aceite castrol pasado por agua de lluvia.-

lunes, 12 de julio de 2010

El Bache Clasista en el Asfalto de la Modernidad

Hete aquí que tu presencia está inconmensurablemente precedida por la llegada de los Testigos de Jehová a mi puerta. Indefectiblemente, cada vez que uno de estos monstruosos seres llegan con sus valijas repleta de salvación, y de preguntas a respuestas que nadie hará nunca, es que, cuan el aura que precede al pericón, los recovecos de la existencias vuelven a desandar el camino de los desarmaderos que existen al costado de la Ruta 202, entre José C. Paz y San Miguel.
A propósito, hay testigos de otras deidades que son menos altaneros a la hora de predicar sus dogmas. Sabido es, que, por ejemplo, los Testigos de Euclides, el Sagrado Calamar del Abismo Eterno son muchos mas cautos, y prefieren deicr "Ah, eso yo no sé, la verdad que no se decirte", antes que escupirte sus verdades a la hora de la siesta.
Pero volviendo al tema, maligna y villana como la que más, has dicho "Mirá, justo hoy pasé por Mondiolandia a robarme un surtidor, que andaba necesitando". Y, ahí, la hecatombe. Me considero el Matambre a la Pizza de la Justicia, pero también tengo sentimientos.
Dijo el maestro: "procede como la tos, que no expectora, o como el viejo adagio, que ya no reza, o como el rosedal de dos cabezas que no usa enaguas, sí cantimploras". Y aunque la alusión es bastante obvia para alguien con superpoderes como Tertulio, no es menor el detalle de que la alegría que viene en botella de plástico y que uno compra en el súper no se compara con la que uno puede hallar por la calle, a la vuelta de la esquina, como quien diría. Aunque, justo es reconocerlo, quizá sea más barata.
Si consideramos el hecho de que sos una vaca hecha de plástico, lógico es deducir que no podés haber ido muy lejos. Y anque quizá seas cubana, y tal vez, solitaria, nunca serás aquella.
El terrible hecho de mirar hacia el norte en espera de una revelación me ha hecho pensar por demás en un salón de fiestas infantiles (o "Pelotero", como dicen en Palermo Soweto) en donde la atronadora voz de Marilyn Manson canta "El sapo Pepe" a dúo con Marilina Ross durante siglos y siglos. Sin embargo, el viento trae un olor a chorizo recién bañado en alquitrán, que formará parte del elenco estelar en el Banquete del Señor.
Los hinchas del Kaiser Chiefs, en vez de cantar "Y cada día, te quiero más", entonan, envalentonados "Cada día te quiero menos y menos". Y se ríen.

lunes, 5 de julio de 2010

Una vida entera dedicada a la rotura de huevos

Sintió la tentación de decirle "Que linda que estás hoy", pero, sopesando los términos y condiciones, se dio cuenta de que tal expresión implícitamente estaba diciendo "El resto del almanaque sos un mamarracho impresentable!", por lo cual se la guardó antes de seguir generando situaciones dignas de un chiste del diario La Nación de un jueves, ponele.
"Si por cada vez que alguien pronuncia la palabra tararira en cualquier medio gráfico o de radiodifusión, se inflara un globo marca Tuki color violeta, la órbita terrestre variaría mas de lo imaginable", sentenció, en cambio. Una vez que hubo atraído la atención, y ya metido en el dichoso brete (a propósito, me pregunto si alguine sería capaz de decir "brete" sin rimarlo automáticamente con términos como "bonete", "falsete" o, lisa y llanamente, "entuerto") continuó: "Imaginaos que la fauna ictícola, fluvial y marina, de Mondiolandia, fuera como una banana... partida. Pues bien, nosotros estaríamos en el cabito de dicha banana. Aquí confluyen la mitad de los energúmenos del país, y nosotros los despedimos con un somero "adios, volved pronto", mientras que nuestras almas de telgopor se tiñen de banana y vuestras hermanas recogen el pasto muerto que la segadora va dejando a su paso...".
- "Vas bien", -penso- "... y ahora???"
-"Pues nada, que si fueras una pirámide, por cierto que no serías la de Keops, Kefrén ni Micerino", se respondió, dándose a la fuga.
Cuando el árbol de kerosén se extinga, ahi te quiero ver. Mientras tanto, tienes los cordones desatados por toda la galaxia.

martes, 22 de junio de 2010

You can stand under my vuvuzela, ela ela, eh eh eh...

El sentimiento católico apostólico rumano de la caridad ajena se asemeja más a un caballo alazán que corre desesperado, crines al viento, por un camino vecinal adoquinado con pecarís en celo en busca de la calesita eterna que lo conducirá dando vueltas como un jugador de metegol, pero para otro lado, hacia el futuro y el más allá, qu a una pelopincho vacía, por ejemplo.
Cuando el viejo adagio que reza "dime con quien andas y te diré quién eres" se transforma en los labios del mentor en "dime en que esquina esperas encontrar un billete de cien pesos que no sea en realidad una entrada de circo camuflada y te diré qué bondi te deja más o menos cerca", es hora de empezar a pensar que las calcomanías de Shrek que uno pega en la heladera en realidad están diciendo más de lo que aparentan decir.
Esto me recuerda que en una época tuve una obsesión, cual era la de pegar miles de imanes en mi heladera nueva para así protegerla de la mugre y, de paso, evitar tener que limpiarla. Es que la vida de un luchador incansable e incontenible por la justicia no deja muchos resquicios temporales para dedicarse de lleno a este tipo de quehaceres. Desistí al comprobar empíricamente que era mucho (pero mucho) más dificil desengrasar los imanes uno por uno. No obstante, dejé algunos que me traen gratos recuerdos, como el de la casa esa de empanadas donde hacían unas que traían chorizo colorado, locro y puercoespín, que a ella le desagradaban tanto, pero a mi me hacían delirar de felicidad. Hoy día, el solo ver el imán referido me trae sensaciones de chorizo colorado, FM Aspen y su voz diciendo "sos un tarado" o "dejame acá".
Pero así fue como conocí a la señora que tapa cañerías.
Disfrazada de paperas leporinas, la Maldad se hizo presente en el umbral de la puerta de mi vecino (el disfraz no la dejaba ver bien la numeración. El vecino, botón si los hay, y miembro estelar de la Eterna Congregación de Humanos que Lavan Autos con un Trapo en la Vereda un Sabado a la Tarde Mientras Escucuhan Música de Mierda y Confunden un Gacel con una Ferrari, soltó, despreocupado, un "Ah, no, lo del Hombre Mondiola es acá al lado", regresando de inmediato al a contemplación de la televisora color, donde Fernando Niembro relataba entusiasmado el cotejo entre Papúa - Nueva Guinea y Antillas Holandesas. Bueno, así fue que me encontró la Maldad) y, tras lo que acabo de relatar, pulsó el timbre de mi Mondio-Guarida. A pesar de su enrevesado camuflaje, pude distinguir en los ojos de la falsa Papera Leporina el brillo de autosatisfacción y complacencia que tan bien conocía. Acudiendo a una triquiñuela aprendida de los Ancestros Ancianos de Mondiolandia, grité, con voz finita, desde adentro y sin hesitar "No, ya dimos".
En el próximo epidosodio, Tertulio embosca a diez barrabravas de Victoriano Arenas poniendo una chinchilla afeitada conectada a 220 voltios adentro de un Renault 9.-

jueves, 10 de junio de 2010

Ni por todo el Jarabe de Maiz de Alta Fructuosa (JMAF) del mundo

Todo aquel que haya tenido la ocasión de cruzar miradas con una tabla de planchar erguida habrá experimentado (estimo) la sensación de estar siendo desafiados a un duelo a muerte por un objeto cuasi idílico. Porque es fácil sentirse intimidado por un automóvil (de hecho, viene a mi mente el recuerdo de aquella señorita que creía firmemente que Charly García era Pinocho disfrazado, que había venido al mundo a comprar un monopatín, y temblaba como un paquete de galletitas Club Social que lo lleva el viento cada vez que se mecionaba el tema. Despés me confesaría que era epiléptica. Pero, en lo que nos atañe, esta muchacha se sentía obervada por los Taunus y los Ford Sierra. Llegó a decir que eran una especie de Alien vs. Predator, siendo los Taunus los buenos y los Sierra los malos, y que ella era el caño de escape de la humanidad, por lo cual ambas razas de vehículos la escudriñaban y seguían atentamente sus movimientos), mediante el sencillo expediente de asignar a cada parte del frente del rodado su equivalente fisonómico (las ópticas serían los ojos, los espejitos retrovisores las orejas, el parabrisas la garganta, etc etc etc), pero una tabla de planchar es aún más inconmensurable. Aparenta una forma vagamente androide, como una vecina gorda de acá a la vuelta que, vestida con un solero floreado, va a hacer las compras al chino de la esquina, pero carece de rostro, de brazos, y se recuesta contra la pared del galpón como un guapo taura que ha perdido su nariz en una vieja disputa, allá en "Joe, el Resbaloso", conocido cabarulo de la zona norte de Mondiolandia.
Tertulio siente que su alma se escurre como el agua hirviendo que se vierte en un mate lavado, arrastrando a su paso palitos y hojitas muertas de yerba, para luego ser aspirada casi con vehemencia por la bombilla de la desesperación, quemando faringes de injusticia y provocando el consabido "lavate y vamos pa´l pueblo". Arduas investigaciones han derivado en el secuestro de una docena de facturas sin dueño (o abandonada por sus dueños, que sería aún más trágico) y, recorriendo las estaciones de telerradiodifusión, ha perdido una medialuna de grasa, cuyo paradero es aún desconocido.
Es así que decide construir una muralla alrededor de las 11 sobrevivientes.
Pero el ignora (de momento) que Olga, la señora Cholga, aún despechada desde aquella vez que le dijo "ah, pensé que habías tenido polio" ha desbalanceado todos los niveles existentes en Mondiolandia y, aún no contenta tras semejante exhibición fotográfica de maldad, los ha vaciado, y los ha rellenado con ornitorrincos.
Por ello es que desde hace mas de un mes que la construcción de casas (y de edificaciones que requieran de la utilización de un nivel en general) ha decaído notablemente, mientras que se han centuplicado los casos de envenenamiento por mordeduras de ornitorrinco.
Los científicos se encuentran abocados a dos tareas fundamentales: ponerle un nombre más o menos pronunciable a la vacuna contra el veneno de ornitorrinco (alguien había propuesto "suero antiornitorrínquico", pero, rápido de reflejos, otro alguien objetó que semejante nomenclatura no entraría en la etiqueta de un frasquito común, con las desastrosas consecuencias que todos nos podemos imaginar), y a designar de alguna manera la creciente costumbre de construir paredes hacia abajo (por la falta de niveles ya mencionada. Entiéndase que es mucho más facil ver si algo está más o menos derecho desde arriba que desde abajo. Alguien dijo "nivelar para abajo", pero esa expresión ya estaba siendo utilizada y registrada conforme la ley por todos los profesores del CBC mayores de 40 años)
Una monja que mira Los Simpsons no debería tomar whisky, ni ser raptada por ovnis.-

lunes, 7 de junio de 2010

Al próximo que pronuncie la palabra "Mundial" le voy a pegar un escopetazo

Dispuesta a cambiar su apariencia, con evidentes fines de distraer las pesquisas policiales, judiciales y de todo otro tipo, la Mujer - Caracol se somete a una operación de implante de senos. Pero de senos nasales. Su nariz, otrora inclinada a la ayuda al necesitado y a la búsqueda constante de causas perdidas después del horario laboral, ahora ostenta una pomposa tendencia al espionaje industrial.
Y ahora, que gallardo y victorioso has vuelto de tu desastrosa incursión a las costas (y otros lugares geofísicos aún más insondables) vecinas, pretendes que todo sea como antes, como cuando, fiel ladero a la hora de la beberecua con Bevilacqua, pasabamos horas para escanciar apenas dos sorbos de vodka y hacer insistentemente la misma partida de ajedrez, comparando seres vivos con accidentes geográficos y dilucidando si tu hermana se parece más a una Siambretta o a una Gilera Smash, con resultados siempre advendeizos.
Motivado por el deseo de ser un despertador de esos que venden en la estación de Moreno y que llevan solo dos pilas comunes, Terulio regresa una y otra vez al lugar de los hechos, como en la película esa, solo para descubrir que afeitar una sandía con un sánguche de jamón crudo puede producir resultados escalofriantes.
Una vez, leímos un cuento en donde un mono (que al final resultó ser una máquina del tiempo) llegaba a la jungla y, previo a exponer o a dar comienzo a su malévolo plan de macaco, saludaba a todos los restantes animales con un mecánico "Enchantè". Ayer, en cambio, descubrí que una canción que viene después de esa que le gusta al Niño -Piraña Cocodrilo Panza Roja, (bueno, después no, después de esa viene otra, y después sí, la que digo yo, dice "you laughed enchanted by my no se que, or maybe you didn´t"). Años más tarde, una persona con orejas grandes, me contaría el chiste del ciempiés que es entrevistado por Macaya Marquez, momento en que todo encajó perfectamente, pero recién me doy cuenta ahora.
Hete aquí que un encendido discurso pronunciado a muy viva voz y frente a la concurrencia más apócrifa de la historia de Mondiolandia, por el ya ínclito mandamás mondiolandil, se refirió tangencialmente a la capacidad mental, problemas digestivos, temperatura pectoral y eventual impresión que una lambida sobre un órgano elegido al azar, propinada por un ser también elegido al azar, dejaría en las papilas gustativas del fotogénico ser, todo ello hablando siempre de Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola.. Como ocurre siempre que vas a un tenedor libre y al día siguiente sale el sol y pensás "la pucha, donde habré dejado los enchufes de 220", tal diatriba causó en el ánimo de nuestro héroe el inanimado deseo de arrojar su capa al viento, develar su identidad secreta y mandarlo todo a la puta madre que lo parió, o bien de emigrar hacia Villa Paleta Sanguchera (donde de hecho en el día de la fecha un esquizofrénico quiso arrojarse debajo del trencito de la alegría, provocando un múltiple choque sin víctimas que lamentar, pero que casi me rayan el mondiomovil, será de dios), con el consiguiente riesgo de no aparecer más en los medios. El tiempo lo dirá. De momento, pasa su horas buscando un sucedáneo que sea métricamente apropiado para rellenar el cantito que comienza con un "Luca no se murióooo", ello para no desentonar en los recitales a que concurra una vez ocurrido el deceso de Ceratti.
Y no obstante todo lo antedicho, no puedo evitar sonreir con aspereza cada vez que veo tus cucharas

miércoles, 26 de mayo de 2010

Un tatuaje de un sulky no es un tatoo carreta

La mitad de de las cosas que te crees que te han pasado, en realidad le sucedieron al vecino, pero las has vivido tan de cerca que tu mente, engañada por los enigmas de la percepción, te ha hecho creer que eras el protagonista de esa extraña aventura. O sea, tan de cerca como se puede estar de un vecino, esos primos lejanos que nunca tuvimos.
Un trabajo encubierto, infiltrado, ha llevado a Tertulio, nuestro Asombroso Hombre - Mondiola, hasta las puertas mismas de la maravilla. Con un atuendo digno de Paolo el rockero teniendo relaciones maritales con un posavasos, enarbolando una tararira y al grito de "Viva la Revolución", nuestro héroe debe integrarse a un conjunto musical conformado por 2 músicos y 5 egos, no necesariamente en ese orden, a fin de desbaratar una organización que, liderada por un pelotudo, se dedica a la venta de remera estampadas con frases ajenas. El "grupo", (o "la banda", como le gusta decir al Supremo Intendente de Mondiolandia), en apariencia inocente, cándido y celíaco, funciona como eslabón final de una cadena que incluye a peligrosos delincuentes, con reconocida trayectoria en el ámbito de la falsificación de citas célebres. Así, entre su "frondoso prontuario" (como le gusta decir a los habitantes de Palermo Villa Ballester) se encuentra la adjudicación del tan recordado "Me compre un Jedanyoulder y me vino fallado" a Pity Alvarez y "Yo no no me llamo 5 pesos" a Anthony "Cuatropesos" Gutiérrez, campeón supermosca de los años `20.-
El concepto y real sifgnificado subyacente de la palabra "clavícula" solo puede ser captado por un alma pura, impoluta, libre de las contaminaciones que el sistema lingüístico quiere imponernos. De otro modo, cualquier salame podría decir "tapita" en vez de "rótula", y todos lo entenderíamos, sumiendo en la inutilidad a los libros de matemáticas y al juego ese donde tenias que sacar órganos de un esqueleto electrificado.
El ocio solo es beneficioso para las mentes libres de pensamientos preocupantes. Un sistema de luces y sonidos (como un semáforo que cantara ese tema que dice "Quiero tender la cama de tu alma, plumerear la mesa ratona de tu amor y sacarle brillo a la alacena de nuestro amor", que, contrariamente a lo que todos piensan, no se llama "Quiero espolvorearte con polvo para hornear Royal" tal como lo reza el estribillo, sino "muerte, destrucción y necrofilia", tan bien cantado por la gola prodigiosa de Amelita Baltasar) es como un "bicho taladro" (ese mismo cuya aniquilación prometen las calcomanías adheridas a las cabinas -o "casetas"- de peajes de la autopista que conduce al más allá), el cual, una vez que ha empezado a carcomer la materia gris, extiende su túnel hasta el lóbulo frontal y mas alla, haciendo que el cerebro, las aponeurosis y los sinalegmas se vean a los ojos de extraños como la luz que pasa a través del prisma del disco de Pink Floyd y en vez de pensamientos, rayos lumínicos irisados salgan por nuestras orejas. O por algún otro orificio.
Y sí, me acorde de vos mientras cocinaba una tortilla de papas... que vas a hacer al respecto?

lunes, 17 de mayo de 2010

Para cuando una remera de color kayak?

Así como es de improbable que el Conde Drácula se case con una momia que sabanea, no deberían existir cubiletes donde entren mas de 5 dados. Pero hablamos de los dados normales, no de esos otros, que hacen que jugar a la Generala se transforme en un suplicio mas cercano a un asado con el Opus Dei que a un verdadero esparcimiento.
Y ahora, que llueve mas que nunca, pienso en la lechuga, único ser vivo capaz de recorrer la distancia entre dos azulejos en una velocidad infinitesimalmente inferior a la de la luz.
Ha llegado a mis manos un documento que no me atrevo a leer, no tanto por las implicancias y efectos que podrían producir sus contenidos en mi ya de por sí alicaído ánimo, sino mas bien porque, en un momento delicado como el que estoy atravesando, el saber de las críticas despiadadas que esos seres infernales que se hacen llamar a si mismos "sombreros de copa" o "mamboretá del infierno" o "cinco garrafas pintadas de negro" derraman sobre la pátina de eficiencia y buenos modales con la que cubro cada uno de los actos de mi vida, podría desencadenar el incontenible deseo de lanzar sobre esta ciudad desagradecida una epidemia de jinetes del apocalipsis rellenos de gatos muertos mordiendo bebes rellenos de vidrio. Es decir, el horno no está para bollos.
Y si bien te escucho, y dejo que manejes mi vida con cierta moderación, tampoco voy a permitir que gires las perillas de mi existencia, como quien abre una puerta a otra dimensión. Eso si, si queres te puedo alcanzar hasta el cuartel de Bomberos Voluntarios, donde decenas de uniformados te mojarán con sus mangueras de alta presión, y regarán tu alma como si fuese un potus reseco bajo la desoladora luz del desierto del Sahara.
Sabido es que el camino hacia la dicha eterna está plagado de lugares idénticos a la estación de Temperley, pero sin el kioskito ese de diarios que está al lado de la escalera, donde uno siempre puede mirar minas en pelotas mientras espera el tren que conduce a Alejandro Korn. Pero también es de público y notorio que entre Turdera y Llavallol existe una paradoja témporo-espacial, que hace que contar los cuises muertos que han entregado su vida a la civilización y el progreso no sea tan divertido como puede llegar a parecer a simple vista. Por eso mismo en dicho lugar se encuentra la mayor concentración de cuises (es decir, cantidad de cuis sobre metro cuadrado) de latinoamérica. Proximamente se espera una visita de una partida de lemmings (incluyendo a Lemmy Cravis y a Lemmy, el cantante de Motorhead), quienes instruiran a los superpobladores cuises acerca de los beneficios y las dudas del suicidio colectivo asistido en masa tirándose por un acantilado. Quizá los cuises deban viajar para ello hasta un lugar con acantilados (no hay ni en Turdera ni el Llavallol), creando a su vez otra paradoja, en este caso cuis/cuantitativa, la que desde ya podríamos bautizar como "la parábola del cuis", y enunciar de la siguiente forma: a mayor cantidad de cuis en un momento y lugar dados, mas posibilidades existen de que quieran suicidarse tirándose de un acantilado, por el llamado "efecto Lemming", pero como no hay acantilados ni en Turdera ni en Llavallol, deberían mudarse en masa a Chapdmalal, dejando ese lugar determinado sin cuises, por lo que (y aca viene la paradoja) "A MAYOR CANTIDAD DE CUISES, MENOR CANTIDAD DE CUISES HABRA".-

martes, 4 de mayo de 2010

Sabíamos que este día llegaría. No necesitábamos al canario...

"La sombra de un Pan Flauta recortada contra al luna llena me hizo acordar la vez aquella que me pediste que te acariciara el páncreas, presa de un ataque de páncreas. Embriagado del intenso icor de las cascaritas coaguladas en vinagre, accedí, no pudo decir que "gustoso", pero sí considerando la idea de que el pasado caía sobre nosotros como caen las cuerdas de la guitarra que uno arroja al inodoro cuando le cambia la cuerdas a su guitarra en el baño y no tiene ganas de ir hasta el tacho de basura para tirarlas donde coresponde.
Y mientras la televisión satura el ambiente con luces y da forma a sombras de lo mas variadas, de adentro de un ropero de esos que no viajan en camioneta, un vómito de sábanas fluye y repta por el piso, acercándose hasta un agujero y vertiéndose en su interior, como agua por un fregadero (o "bacha", como dicen en Palermo Kuala Lumpur) después de haber lavado todos los tomates del universo.
La vida sería mucho mas sencilla si los zapatos (o zapatillas) pudiran doblarse, enrollarse y guardarse como se hace con las medias.
A todo esto, el Chango Cárdenas continúa rematando al arco desde 30 metros y clavándola en un ángulo"
Con el corazón desgarrado por una serie de derrotas consecutivas en todos los planos imaginables, Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola redacta una triste misiva pensando en varias personas a la vez. "Los día de arco iris y salames de Tandil han acabado", se dice, con una mueca de amargura.
La reciente idea de crear días de 37 horas, apoyada por los mas variopintos sectores del periodismo y diversos grupos ecologistas, ha puesto a todos los cerebros biempensantes de la humanidad a buscar sus pro y sus contras.
Sin embargo, de lo que nadie se percata (nadie salvo Tertulio, claro está) es que, detrás de este descabellado proyecto se esconde, cuan una pila AA dentro de un control remoto de un ITT Drean, una conspiración, LA conspiración, la madre, la abuela y la tia incestuosa y solterona de las conspiraciones: una ideada por los fabricantes de relojes y de almanaques.
La industria almanaqueril, en decadencia desde la invención de la vincha fluorescente, (aunque, justo es decirlo, con un leve repunte tras la invención de los almanaques con señoritas desnudas) recurre a manotazos de incinerado en un mar de lámparas a kerosene con el unico objeto de llenar sus bolsillos de metálico. "Y este es uno de ellos" concluye Tertulio.
Asi que se enfunda en su Mondio - Traje, y parte raudo a la sede principal de "Sacco y Corbatta, ropa para el Trabajador Memorioso", negocio fantasma que encubre la insidiosa actividad de "Diente Postizo", mente criminal y principal instigador de esta conspiración. "Debo decir que no se esforzaron mucho con el nombre", concluye Tertulio. Pero avanza decidido.
Al llegar, el edificio lo espera, ominoso, como un pulpo sin brazos que se camufla y mimetiza detrás de una roca en las abisales profundidades de tu mente inconsciente.
Una densa niebla circula por entre los rescoldos de un amor que nunca fue y, a pesar de que hay una sota de bastos cada 100 metros, Tertulio no se siente más seguro.
Una luz se prende en el interior de la fábrica. Como si el pulpo hubiera abierto un ojo. Esperándolo. Un rulemán recorre el nervio ciático de Tertulio, alerta, tenso, listo para ser un héroe.
Y eso fue todo.
Por eso es que mis perchas miran todas hacia el mismo lado.-

viernes, 23 de abril de 2010

Si la calabaza y el zapallo anco fueran lo mismo, se llamarían igual.-

Con el artero hondazo de la maledicencia han derribado, y esta vez parece que es para siempre, al sempiterno Petiribí de la Alegría, el cual, con una ala rota y haciendo un espiral (o "loop", como dicen en Palermo Michigan) descendente, cuan un disco de Nine Inch Nails, se precipita hacia el peor de los destinos jamás imaginado: un trabajo de oficina rodeado de gente que prende sahumerios, pone la radio a un volumen moderado y es capaz de distinguir entre el color beige y el blanco oscuro.
Entre Ramos Mejía y Morón existe una extraña costumbre: la gente le deja señas al angel caido. Es decir, si uno va caminando por la Segunda Rivadavia y de repente ve un serafín o un querubín que tropezó con un bache y cayó cuan largo es sobre la cinta asfáltica, le deja cierta suma de dinero en concepto de seña. Nadie sabe bien a qué corresponde esa seña, al arreglo de un par de zapatos, a la compra de uns botones re mononos que estan por entrar, la cuestion es que, cuando alguien ve un angel caido, va y le deja un billete. Y el Angel (que primero piensa que es una broma para Tinelli), se vuelve al soñado Edén contento, con 100 mangos en el bolsillo. Entrarlos al Paraíso es un tanto más difícil, porque por lo general Dios se da cuenta y los recaga a pedos y les hace donar la plata a una institución de caridad (a propósito, tras una exhaustiva búsqueda en la Biblioteca Popular de Mondilandia, Tertulio cae en la cuenta que la mayoría de las personas que se autodenominan "satanistas" podrían calificarse tranquilamente de pelotudos, y que los máximos líderes del movimiento de adoración del Príncipe de las Tinieblas por lo general dicen "noooooo, yo no tengo nada que ver, jamas sacrifiqué una cabra, estaba haciendo un asadito con los muchachos" para terminar confesando que les gustaba vestirse de negro y la unica excusa que se les ocurrio fue crear la Anticristísima Iglesia del Odiado Señor del Pecado y el Mal. No ocurre lo mismo con los Santanistas, que son los que escuchan discos de Carlos Santana. Su letanía comienza diciendo "yo lo vi a Santana en Woodstock y el disco de duetos que sacó es un robo, vos porque lo escuchaste en FM Hit, careta", para culminar bamboleando las caderas y zangoloteándose mientras repiten con voz cansina "oye como va, mi rrrrrrrrrritmo") pero, volviendo al tema ese de los cien mangos, si lo logran pasar (un dia que Dios este en otra, mirando el mundial de backgamon, o un partido del deporte ese donde un señor tira una pava a lo largo de una pista de hielo y otros dos señores con sendos escobillones van realizando movimientos espasmódicos en el trayecto de la mencionada pava, quizá hasta el infinito o, mínimo, hasta que esta se pierda de vista, y ponga en su lugar a San Pedro, que es mas piola y aparte con un arpa lo arreglás) pueden vivir como reyes un par de meses. Eso sí, sin ponerla, que está prohibido.-
Si Borges hubiera sido ciego de nacimiento, jamas habría sido famoso. Nunca se habría visto en un espejo, por ejemplo, y ni hablar de entrar en un laberinto, con lo cual mas de las 3/4 partes de su obra se vería diezmada. Alguien debería hacer el experimento y, cada ve que en un libro de Borges aparece la palabra "espejo", tacharla y escribir "perro que me lleva de acá para alla, lazarillo creo que se llama" y cada vez que dice "laberinto" poner "bastón blanco". "A ver que pasa, digo. "Un ciego en un laberinto es una metáfora que quizá dbería utilizar en algún momento" se dice a si mismo Tertulio, quien buscaba métodos sutiles de decirle a esta persona "morite de una vez, pero en Villa Paleta Sanguchera, si no es mucha molestia". Cercado por un sinnúmero de chimpances que saltan y exhiben sus mortales colmilos, Tertulio quiere describir con imágenes no extraídas de una cancion de Spinetta el cagazo que siente uno cuando un mono enfurecido está por saltarle a la vena cava inferior. "Luces del alba que se arremolinan tras la estrella de tus ojos..." No, ni ahi. "Pequeña galaxia de leche derrama tu escencia en el ombligo materno" No, tampoco. "Adios corazón de arroz, con ese culo cagamos los dos" No. Adecuada para otras ocasiones, pero a los monos uno no les mira el culo.
Un estómago no es un ser vivo, digan lo que digan.-

martes, 13 de abril de 2010

No pidas agua sin gas. Por ahí se lo cortaron. Y el próximo podés ser vos.

En la fiesta de ladrillitos Rasti (o, como dicen ahora los habitantes de Palermo Rastafari, "Legos"), las cosas no pueden irse de control, salvo que alguien caiga con una docena de tizas de colores, lo cual, por los motivos recientemente explicitados, esta arduamente prohibido en Mondiolandia.
Depsués de dos partidos de backgamon agotadores en menos de dos horas (uno con una somera victoria, otro con una derrota estrepitosa), solo cabe combatir al delito, siempre cuidando de no romper las vidrieras ajenas.
Tal como las bolitas de telgopor se resisten de un modo cheguevaresco (es decir, dejandose las patillas, fumando habanos y apareciendo en remeras) a ser barridas, rodando en un túnel de electricidad estática una y otra vez hasta el piso (y ni hablar las que han anidado en un pullover de lana), determinadas úlceras del alma invaden, crueles insectos, las situaciones más cotidianas, para convertirlas en auténticas torturas.
Y mientras una vieja aburrida le contaba los ultimos detalles de su ultimo embarazo a Tertulio en la parada de colectivo (otra vez el burro de arranque del mondiomovil, quizá sea hora de ponerle GNC, piensa entre dientes nuestro héroe) alguien, con una impunidad digna de un globo aerostático que se eleva majestuoso sobre un pasiaje bucólico, mientras sus ocupantes, extrañas cruzas entre mandriles, perro pila y marcador indeleble, escupe restos de galletita Criollita hacia abajo, alguien, decía, cerró el zoológico, dejando al parvulerío de Mondiolandia sin poder ver las suricatas.
Como una lengua de bronce que lame un cucurucho de goma eva, Tertulio, el asombroso Hombre - Mondiola se desliza impertinente entre las bajezas mas aberrantes de los barrios bajos, a fin de dar con el paradero de aquella persona que, al grito de "No quiero morirme en un hospital, pero no puedo ponerme las botas", le puso azucar al frasco de pickles de la sociedad, convirtiendo algo medianamente desagradable en un maremagnum de celulares y pollitos a cuerda.
Y quizá lo encuentre, pero lo mas probable es que no salga en los diarios.
Y sería muy bueno que dejaras de ponerle monedas a la máquina de romper las pelotas.
Y que no se te ocurra hacer gelatina con vodka.
Ni empatillar un cable de cobre a un petiribí.

lunes, 22 de marzo de 2010

Tu salvavidas será muy fluorescente, pero no abriga un carajo...

La noticia soprendio a Tertulio en plena contemplación del parquet de la habitación del Niño Piraña (a todo esto, estaba contando cada trozo de madera a unos fines que solo él conoce, pero que seguramente tendrían que ver con la lucha contra el delito, o con la teoría de que no era cierto eso que en la época de perón los "descamisados", para no utilizar la palabra "negros" hacían asado con el parquet. Un narrador puede ser muy omnisciente, pero hay cosas que es mejor no saberlas). Pensó en responder a tamaña nueva con una pregunta ("y así me lo decís???"), pero después consideró que la respuesta sería un escueto "y, si..." y, como no quería que esas dos sílabas se alargaran hasta el infinito cuan un chicle globo cuyo horóscopo se ha visto incumplido, no dijo nada. Con la mirada perdida entre las oblicuas tablitas de su perdición, colgó, con gesto amargo, el Mondio-celular. Acto seguido se dijo "Era eso o casarme con el cantante de Maná". La cera para pisos de roble color neutral fue su único interlocutor.
"Me voy a convertiren pelota de basquet, así me querés más", le habían dicho en una oportunidad. Ese día, Tertulio obvió el claro significado de ese mensaje. Sin embargo una pregunta había aflorado a sus labios, insistente baba de caracol curativa que nunca deja de fluir. "Para que yo te quiera más o para que vos me quieras menos??" La crueldad ínsita en esa respuesta (al parecer, Tertulio siempre respondía a las afirmaciones con preguntas. Porque nótese bien que casi nadie le pregunta nada. Eso si, cuando las papas queman, Tertulio es el primer repasador a que recurren los desesperados) hizo que la misma regresara por donde había venido, vía glotis, tráquea, su ruta hasta el fondo de su cerebro y que se difuminara antes de ver la luz. Es que bien sabido es que las pelotas, sobre todo las de básquet, al igual que lo sorrentinos de verdura y nuez, son seres cuasi ajenos al sentir de los demás. No así los koalas. Quizá porque viven abrazados a un eucaliptus. Andá a saber.
Hay cueritos que nunca deberían ser cambiados. Hay canillas que deberían gotear por toda la eternidad, horadando las almas de los impíos.
"Ñaca-ñaca-ñaca", el inconfundible grito de guerra de la Mujer Caracol abofetea a Tertulio, violentándolo de nuevo al mundo de los muertos. "Y ahora que quiere?", se preguntó. Al parecer esta vez la mano venía más pesada. Otra vez Mamani haciendo de las suyas, esta vez interrumpiendo el tránsito en calzoncillos, presa, según se decía, de un incontenible deseo de bailar canciones de Los Parchís en la avenida principal de Mondiolandia.
Pero ni todos los Mamanis del mundo podrían hacer que llegara tarde esta vez.
Resulta que ahora no podes remontar un barilete sin que te tilden de escuchador de Alejandro Sanz...
Y si bien Tertulio ya no llega tarde a ningún lado, no menos cierto es que, aunque la presencia de plancton confirma que la muerte fue por asfixia por sumersión, la ausencia de tal materia no descarta la mencionada forma de muerte.
Sobre todo si te lo dice alguien pintado de amarillo patito.

martes, 16 de febrero de 2010

Alguna vez te sentiste una motosierra???

Es complicado describir el estado emocional de seres como los cactus. Nadie pensó nunca que un cactus, a pesar de sus espinas y sus ramas inalcanzables, y sus tunas, y esa capacidad cuasi onírica para pinchar seres humanos, pueda tener sentimientos estables y racionalmente controlados. Pero es así, y no hay vuelta que darle. Los brazos al cielo, la mirada fija y piedritas alrededor son los claros indicadores de que estos seres son, sienten, se emocionan y hasta llegan a amar.
Hay autopartes que jamas deberían estar invitadas a un programa de televisión. Un limpiaparabrisas (ser negativo, si los hay), una butaca, hasta un amortiguador por ahi te levantan un poco el rating, pero, que se yo, un suponer (como bien decía el maestro de esperanto de Tertulio) un burro de arranque, un chiclé de baja, un chiclé de menta, entre otros, son un rotundo éxito si de fracasar se trata.
Tertulio descansa. Reposa. Alejado del ruido de Mondiolandia, de sus luces, sus vahos, miasmas y gente, su rutina transcurre entre los soporíferos reclamos de la Mujer Caracol, una investigación científica que determinará que 800 miliamperes son menos que mil miliamperes, hacer hielo en una cubetera muy chiquita (quiere batir el record de hacer el cubito mas chiquito del mundo) y tratar de arreglar la mochila del inodoro.
Sin embargo, algo lo inquieta, lo perturba. Sabe que sin su enmascarada y enigmática presencia, las calles no conocen la paz.
Asi que decide ir a dar una vuelta por ahi. Llega hasta una extraña callejuela, la cual en una vereda se llama de una forma (9 de Julio, por decir algo) y en la vereda de enfrente se llama de otra (25 de mayo, que se yo). Alli, un vendedor ambulante ataviado como Jean Paul Sartre le ofrece encendedores a muy bajo precio. Tertulio duda. "No tengo nada que encender", se dice. "Pero estan baratos. Y el gato de mierda ese me tiene los huevos llenos". Compra tres, uno de cada color y regresa.
Una vez en la Mondioguarida une los tres encendedores con cinta aisladora, cuidando la estetica y la precision. Luego los mira un rato y piensa en cuantas marcas de encendedores conoce, llegando a contar hasta 2. Luego los mira otro rato y piensa "una Santísima Trinidad de encendedores". Después los mira un rato mas. Después los desata, y como quedaron medio pegajosos, los tira a la mierda, no sin antes dedicarle un fugaz pensamiento a esa señorita de cabellos color Fiat Duna, frente a quién en una ocasión un encendedor en manos de nuestro héroe perdio por completo su carga de un modo muy veloz, poniéndose frío, muy frió, glacial, ante la atónita y avergonzada mirada de Tertulio. Balbuceó algo como "Es la primera vez que me pasa", y ella lo disculpó entre sonrisas, dándole una explicación confusa y borboteada de la que solo recuerda que incluyó la palabra "termólisis".
Ojala todos los quesos del mundo tuvieran una cascarita tan fácil de sacar como la de mi alma...

viernes, 29 de enero de 2010

Si tu novia te eructa en la cara, no te quiere taaaaaaaanto taaaaanto

Y menos si de su esofago emanan efluvios de mortadela. O de salchichón primavera.-
Y ni hablar si cuando le ofreces un alfajor de una caja (intacta) que tu madre te trajo desde algún recóndito lugar de la costa uruguaya, lo primero que hace es atacar los de chocolate, esos que uno guarda para el final, porque los de dulce de leche y los de mandioca en almibar son un vómito. En fin...
Tertulio ha conocido el sinsabor. Ha degustado de cerca el inconmensurable gusto a nada. Ha paladeado, si se quiere, el amargo icor de que te afanen las cosas de adentro del auto.
Porque a Tertulio, el asombroso Hombre - Mondiola, le han cometido ilícito.
De algún modo extraño, subrepticio, escueto, cocorito, intangible, algún NN le sustrajo varios efectos del interior del Mondio-movil.
La baliza reglamentaria, el mondiocinturón, una llave inglesa, una llave francesa, una llave irlandesa, un café irlandés, un irlandés propiamente dicho, un dicho popular, la lengua popular, una lengua a la vinagreta, un vinagre a la lengüeta y, por sobre todas las cosas, eso, eso que tanto apreciaba, eso, eso que dijo "no lo bajo, total..." eso, que ahora le va a salir como cuatro lucas comprar uno nuevo, y que tanto valor sentimental tenía.
Como si todo lo anterior fuera poco, mientras discutía con la Mujer-Caracol acerca de temas realmente intrascendentales como si el olor a cera para pisos es rico o no, o que pasaría el día que se muera al ultima ballena (a todo esto, Tertulio opina que ese día el nivel del mar descenderá abruptamente. "Es sencillo", dice - "a mas ballenas, mas volumen de agua desalojan, menos ballenas, menos mar, no es tan complicado") un sargento destacado en la vecina ciudad de Villa Paleta Sanguchera intentó labrarle un acta de infracción por llevar un bebé colgando del paragolpes trasero.
Resistió la tentación. Resistió varias tentaciones.
La primera de ellas fue largar la consabida frase "No sabés quien soy yo???". Solo el recuerdo de su venerada, anciana y fallecida madre le impidió incurrir en semejante desatino.
Las demás no fueron taaaaaaaaaaaaaan tentadoras, probablemente por ello las resistió.
No obstante lo antedicho, logó comunicarse con el superior inmediato del sargento, quien recibió, al susurro de "Si, señor Tertulio" la sarta de improperios que iban dirigidos originalmente al citado policía.- Recibió una respuesta que no lo conformó ni convenció (ni conmocionó) en demasía ("quédese tranquilo, yo se lo solucino". Tertulio piensa que si a un policía uno le dice "quedate ahí y respirá", lo más probable es que se asfixie), lo cierto es que continuó su camino, con un bebé colgado de su paraglpes.-
Y si sos tan grande, deberías pelearte con el obelisco.-

viernes, 8 de enero de 2010

Sos una cañita voladora que desafina

El espíritu navideño no es algo de lo que Tertulio, nuestro enmondiolado héroe mondiola, pueda enorgullecerse, enaltecerse o vanagloriarse. Su alma mortal se mueve cuan un péndulo sin engrasar entre un agnosticismo severo, un leve ateismo y un estado gripal de Dios, moderado, con escasa visibilidad y probabilidad de chaparrones. Se pregunta, como siempre, que es lo que ocurre detrás de la paredes que ayer se han levantado, y se responde que, quizá, nada.
Dos hechos lo tienen particularmente embebido en una especia de tristeza mezclada con asombro, mezclado con un reloj cucú, mezclado con arena y sal y pimienta a gusto. Por un lado, el hecho de que el mandamás de las fuerzas de la ley y el orden de la próspera ciudad de Mondiolandia lo haya reprendido en público por haber tomado la calle principal en contramano. Mientras escuchaba, entre cabizbajo y cabizalto (es decir, cabizmedio), con una mirada entre desafiante (que, en todo caso estaría desafiando a un helecho sito unos metros más atrás, dado que en ningún momento se atrevió a mirar a la cara al mencionado mandamás) y levemente cabizbaja (si, la mirada también), intentaba, a modo de distración y como forma alternativa de sumirse en la inconsciencia, quitarse un trozo de matambre de entre las muelas. "Ahi tenes"- pensaba mientras tanto - "a que no ves qué estoy haciendo con las muelas. Ves, ves que no lo sabes todo". Cuando el Sr. Mandamás culminó su diatriba, Tertulio se dijo a sí mismo: "Y Mamani? Por qué no le dicen nada a Mamani", y, acto seguido "Ya me van a pedir que resuelva un misterio".
El segundo hecho que lo tiene a maltraer es que vio 17 capítulos de la Pantera Rosa seguidos, y no entendió ninguno. Es que ahora que la pantera habla, pareciera que preferiría no escucharla...
Por lo pronto, sigue brindando con un cuis muerto, alzando los peludos restos como si de la mas fina anana fizz se tratara...