martes, 8 de noviembre de 2011

Toward the tomatoes´s side

Tras haber intentado por todos los medios reducir el consumo de papel manteca en los sectores mas abtrusos del oficialismo, trabajando sin descanso en nobles pero estériles ventiluces que dan solo a la medianera de la inmensidad, y después de ella a la nada misma, previo traspasar un alambrado romboidal que efectúa un salto al infinito para no vover quizá jamás, no entiende (o entiendo, nunca se sabe) como el premio mayor se lo lleva un triste remedo de Salvador Dalí a punto de ahorcarse con sus propios pantalones, y cuya adicción al agua caliente no hace más que empeorar día tras día.
De esta forma, las almas de miles de municipales en bancarrota recorrerán las calles arrastrando sus cadenas de papel maché, las que, con sus chirrridos, dejaran entreoir el estribillo de "Yo soy el hombre huevo".
Las empedradas calles de Mondiolandia entoces se ven atestadas de espectrales burócratas que, cuan zombies, van gimoteando "cereeeeeeeeeeeeeeeeeeebro", dando tumbos de bote a bote, de cordón a cordón, de cabo a rabo, del libertador y de los incas, en busca de sus nuevas víctimas, las cuales, aterrorizadas por la reciente disposición del gobierno de restringir la compra de troqueles de chanchitos embalsamados, corren entrechocándose, colisionando los faroles que arrojan una mortecina luz sobre la densa neblina mondiolense, y tiñen las arterias de un tristísimo color amarillo patito.
Ay de ellos que sean alcanzados por los municizombies... Guay de aquellos que, ya contaminados, ya polutas sus almas con la inmensa desazón de no ser nada en un velorio, decidan unirse a las hordas de empleados de la Dirección de Tránsito (los muertos vivos más virulentos de que la histotia de Mondiolandia haya tenido registro)... Pero felices aquellos que, habiendo llegado tarde al reparto de almas, recibieron en cambio una virulana de color cobrizo, porque de ellos, ay, sí, de ellos, es el reino de los cielos.
Y a quién llamar? Claro pues, a nuestro héroe. El, con su aspiradora Ultracomb tuneada, su espíritu siempre impertérrito, su mirada glacial y un hacha sempre a mano, es quien podrá defender a la ciudad, y por qué no, a la humanidad toda, de este terribele flagelo.
Pero tarde es ya, entre la masa informe de fantasmagoridades que reptan por entre las alcantarillas y sus redondeadas tapas, se divisa una figura, otrora altiva, otrora triunfadora y vengadora y enmascarada... Helo allí, a Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola, quien, arrastrando sus pies, reitera como una letanía el consabido sonsonete: "es la ventanilla de al laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaado".
La ciudad está indefensa, y, quizá, es lo mejor que pudo haber pasado.
Después de haber leido "Las aventuras de Heidi" para atrás, y haber convocado a Belcebú para que le pase la gamuza del sentido a las nuevas protuberancias que hoy adornan lo que es tu cuerpo, Forúnkulo Kutáneo, thereminista de Kotorra Kon Katarro explica: "Sentí la presencia de Satanás en la habitación, y me dio cosita que vea las telarañas... un seguidor del Señor de las Tinieblas no puede recibir a su Amo en un recinto tan sucio... y bueno, aprovechando que estaba Baal le dije si no se copaba y me pasaba un plumero. Al final todo bien con Satanás, es bastante copado, lastima que me chamuscó las persianas, pero bueno...". Tras ello, escribió algo del diablo y la muerte, que se encontraban en una esquina una vez cada dos meses y se entregaban al juego clandestino, organizando campeonatos de quiña y opi, pero resulta que otra banda ya había hecho mas o menos lo mismo, dando así comienzo a la decadencia del rock, porque la verdad es que es un tema bastante choto. Entonces, se decidió por la drogadicción extrema, se bebió medio litro de cloro granulado de disolución lenta mezclado con queso crema, y, en un rapto de soberbia, se descolgó con "El diablo". Eso si, justo es decirlo, contó con la colaboración de Brian Setzer y toda su orquesta. La parte de la muerte la dejamos para otro día, hoy duerme la siesta, pero su cama no es tan cómoda como todos podrían creer.
Arrojas perros asmáticos a ua pileta llena de decepciones verdes... no se que esperas hallar una vez que termines de vaciarla.