viernes, 8 de enero de 2010

Sos una cañita voladora que desafina

El espíritu navideño no es algo de lo que Tertulio, nuestro enmondiolado héroe mondiola, pueda enorgullecerse, enaltecerse o vanagloriarse. Su alma mortal se mueve cuan un péndulo sin engrasar entre un agnosticismo severo, un leve ateismo y un estado gripal de Dios, moderado, con escasa visibilidad y probabilidad de chaparrones. Se pregunta, como siempre, que es lo que ocurre detrás de la paredes que ayer se han levantado, y se responde que, quizá, nada.
Dos hechos lo tienen particularmente embebido en una especia de tristeza mezclada con asombro, mezclado con un reloj cucú, mezclado con arena y sal y pimienta a gusto. Por un lado, el hecho de que el mandamás de las fuerzas de la ley y el orden de la próspera ciudad de Mondiolandia lo haya reprendido en público por haber tomado la calle principal en contramano. Mientras escuchaba, entre cabizbajo y cabizalto (es decir, cabizmedio), con una mirada entre desafiante (que, en todo caso estaría desafiando a un helecho sito unos metros más atrás, dado que en ningún momento se atrevió a mirar a la cara al mencionado mandamás) y levemente cabizbaja (si, la mirada también), intentaba, a modo de distración y como forma alternativa de sumirse en la inconsciencia, quitarse un trozo de matambre de entre las muelas. "Ahi tenes"- pensaba mientras tanto - "a que no ves qué estoy haciendo con las muelas. Ves, ves que no lo sabes todo". Cuando el Sr. Mandamás culminó su diatriba, Tertulio se dijo a sí mismo: "Y Mamani? Por qué no le dicen nada a Mamani", y, acto seguido "Ya me van a pedir que resuelva un misterio".
El segundo hecho que lo tiene a maltraer es que vio 17 capítulos de la Pantera Rosa seguidos, y no entendió ninguno. Es que ahora que la pantera habla, pareciera que preferiría no escucharla...
Por lo pronto, sigue brindando con un cuis muerto, alzando los peludos restos como si de la mas fina anana fizz se tratara...

1 comentario:

  1. el silencio de palabras... permite oir a la salvaje naturaleza... quizás x ello es!

    P.P.

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No hay comentarios mas insipidos que los que se oyen en la cola de una ferreteria entre dos personas que van a comprar tornillos.