martes, 22 de junio de 2010

You can stand under my vuvuzela, ela ela, eh eh eh...

El sentimiento católico apostólico rumano de la caridad ajena se asemeja más a un caballo alazán que corre desesperado, crines al viento, por un camino vecinal adoquinado con pecarís en celo en busca de la calesita eterna que lo conducirá dando vueltas como un jugador de metegol, pero para otro lado, hacia el futuro y el más allá, qu a una pelopincho vacía, por ejemplo.
Cuando el viejo adagio que reza "dime con quien andas y te diré quién eres" se transforma en los labios del mentor en "dime en que esquina esperas encontrar un billete de cien pesos que no sea en realidad una entrada de circo camuflada y te diré qué bondi te deja más o menos cerca", es hora de empezar a pensar que las calcomanías de Shrek que uno pega en la heladera en realidad están diciendo más de lo que aparentan decir.
Esto me recuerda que en una época tuve una obsesión, cual era la de pegar miles de imanes en mi heladera nueva para así protegerla de la mugre y, de paso, evitar tener que limpiarla. Es que la vida de un luchador incansable e incontenible por la justicia no deja muchos resquicios temporales para dedicarse de lleno a este tipo de quehaceres. Desistí al comprobar empíricamente que era mucho (pero mucho) más dificil desengrasar los imanes uno por uno. No obstante, dejé algunos que me traen gratos recuerdos, como el de la casa esa de empanadas donde hacían unas que traían chorizo colorado, locro y puercoespín, que a ella le desagradaban tanto, pero a mi me hacían delirar de felicidad. Hoy día, el solo ver el imán referido me trae sensaciones de chorizo colorado, FM Aspen y su voz diciendo "sos un tarado" o "dejame acá".
Pero así fue como conocí a la señora que tapa cañerías.
Disfrazada de paperas leporinas, la Maldad se hizo presente en el umbral de la puerta de mi vecino (el disfraz no la dejaba ver bien la numeración. El vecino, botón si los hay, y miembro estelar de la Eterna Congregación de Humanos que Lavan Autos con un Trapo en la Vereda un Sabado a la Tarde Mientras Escucuhan Música de Mierda y Confunden un Gacel con una Ferrari, soltó, despreocupado, un "Ah, no, lo del Hombre Mondiola es acá al lado", regresando de inmediato al a contemplación de la televisora color, donde Fernando Niembro relataba entusiasmado el cotejo entre Papúa - Nueva Guinea y Antillas Holandesas. Bueno, así fue que me encontró la Maldad) y, tras lo que acabo de relatar, pulsó el timbre de mi Mondio-Guarida. A pesar de su enrevesado camuflaje, pude distinguir en los ojos de la falsa Papera Leporina el brillo de autosatisfacción y complacencia que tan bien conocía. Acudiendo a una triquiñuela aprendida de los Ancestros Ancianos de Mondiolandia, grité, con voz finita, desde adentro y sin hesitar "No, ya dimos".
En el próximo epidosodio, Tertulio embosca a diez barrabravas de Victoriano Arenas poniendo una chinchilla afeitada conectada a 220 voltios adentro de un Renault 9.-

3 comentarios:

  1. Impresionante. A los barras bravas de los clubes chicos, no los entiendo. Encima, de un club CHICO?

    Para ser barra brava, y tener que cagarte a tiros, dos por tres, yo del "Liverpool", no me bajo.

    Ser barra de "Acasusso", que glamour tiene?

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  2. Y un día esperado por cierto, vino a mi un enorme ejercito de retrasados, amenazandome con dispararme con armas y acuchillarme y beberme la sangre, y entonces un día los locos estos vieron la television o se acordaron de algo por una vez en los dias de sus vidas como si fuera una epifania, y vinieron con armas.
    Entonces el hombre en el castillo bebio sus ultima cervezas pagadas de su bolsillo, a solas, y supo que su destino estaba escrito mucho tiempo antes de que lo dejaran salir a galopar, galopar como un alazan en la pampa humeda, la invidia de todos los gauchos.

    No lo vi al gaucho santillan querido. No lo vi apremiarte con imformacion acerca de tus viajes hacia lo de podeti. De haberme anoticiado de tal proyecto lo hubiera detenido. Pero el sabe cuando quiere hacer cagadas, y va y las hace, es cierto cuando el dice: "a mi no me importa nada", lo cual puede
    decir cualquiera en un mal día, pero el no tiene proyectos a largo plazo; como el que teniamos de que vos nos pongas un link aca.

    Lo peor del mundial preguntas en la encuesta: Don Niembro!, alguna duda, la vuvuzela es un silbato en otra escala de graves, ustes que es musico mondioman lo sabe.
    Sin mas me despido; se tardo una semana en actualizar pero no defraudo.

    Sin mas un gran saludo a usted mondio, y al gaucho, mi amigo de internet, mi buen y nuevo amigo.

    Dios quiera usted encuentre lo mismo, se nota que estoy con la ultima curda?.

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  3. Confieso que he sido hincha acérrimo del Club Deportivo y Mutual Leandro N. Alem durante varios años de mi vida, hasta que me expulsaron del mismo por cuestiones de Disciplina. Ese día intenté patear una mesa y le di de lleno con la rodilla derecha en un vértice del citado mueble. Enarbolando el estandarte de la dignidad, continué mi camino hacia las casas, pero después la rodilla se me hinchó cuan un zepelin, y tuve que hacerme ver. Cuando fui a la kinesióloga me acompañó una señorita, descubriendo entonces el auténtico significado de la expresión "hinchapelotas".
    "Nunca se diga que una curda es la última, salvo que se tenga pensado descerrojarse un tiro en la sien después del último copetín", decía el tango que creía escuchar entonado por las chicharras allá en lo de mi fallecido abuelo. Venga, entonces, alcemos nuestras copas y que la vida nos arrolle cuan el tren de cartoneros al que me subí aquella vez y tuve que terminar pagándole una birra a un par de indigentes solo para que no me empernaran antes de llegar a Moreno. Porque uno es un super héroe, pero a veces la sociedad requiere que se baje del pedestal y la pague unas birras a la chusma, para que no lo empernen entre Padua y Paso del Rey.
    Cuantas personas conocen con apellidos de piezas de ajedrez (o "trebejos")? Yo conozco a Latorre, Reyna y Rey.
    Atte.-
    Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola.
    PD: Ayer escuché un disco uruguayo!

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No hay comentarios mas insipidos que los que se oyen en la cola de una ferreteria entre dos personas que van a comprar tornillos.