lunes, 23 de agosto de 2010

Cuelga mi alma al sol, como un par de medias sin religión.

Ensimismado, contemplando una batata, helo allí, a Tertulio, el Asombroso Hombre - mondiola, estudiando las papeletas que un destino implacable como el viento Zonda, pero a la vez voluble y fascineroso, como el Mar de Las Pampas, ha dejado en sus manos. Es que ha atacado de nuevo. Sí, el criminal en serie más despiadado que se haya conocido en los últimos meses en la tranquila vecindad de Mondiolandia, ha perpetrado un nuevo delictum, siguiendo siempre el mismo modus operandi y res non verba. El (por ahora, como diría Messi, o algo así, en la propaganda de toallitas femennas para luchadoras grecorromanas) se dedica, tras un prolongado y minucioso estudio, a ingresar a los locutorios (o "cyber", como dicen en Palermo Villa Carlos Paz, o "telecentro", tal cual le solía decir a Tertulio su Maestro de Esperanto. Oh, viene a su memoria, ahora, en plena investigación, aquella tarde en que el Maestro le propinó un remoquete con un ladrillo hueco cuando el discípulo, inexperto, ineficaz, indescifrable, dijo "alguacil" en lugar de "ojota", todo ello, por supuesto, en esperanto) y, tras solicitar la confección de una carta de presentación para la Sociedad de Vendendores de Sandías, otorga nombres y demás datos filiatorios de dudosa procedencia. El tema no sería solo ese (que, hasta allí, y valga la redundancia, se limitaría a ser solo una pelotudez), sino que el muy taimado se retira sin abonar el servicio, dejando a los dueños del comercio sumidos en la desesperación, el llanto, la ira, la frustración, el odio y la mar en coche.
Clava una chinche verde, entonces, Tertulio, sobre un mapa de la ciudad, indicando el lugar del último atraco. "Si estas chinches de mierda no se movieran tanto", piensa, tras lo cual asesta un certero martillazo al himenóptero en cuestión, el cual, habiendo dado su vida y su nauseabunda alma al servicio de la Justicia, la Paz Social y Los Pandulces que Regalaba Evita, señala ahora, ominoso y fúnebre, un nuevo hito en la marcha de la inseguridad.
Leyendo, no obstante, los currículums apócrifos, puede establecer que nuestro individuo se trata de un ser un tanto alelado, con orejas medianas, de contextura física algo retorcida, cabello de un largo intermedio entre cromagnón y D´artagnán, con una barba y un bigote, pero sin estrías ni celulitis, ojos aguileños, una extraña aversión al agua de la canilla, y titular de una nariz con forma de orangután. "No de nariz de Orangután, sino de orangután propiamente dicho", habría sostenido en su declaración ante la autoridad uno de los damnificados.
Llegados a este punto, he de haceros una breve descripción de la ciudad de Mondiolandia, para que os deis una idea de cómo se desarrollan los eventos. Imaginaos una próstata vista desde el aire, partida en 8, como si de una pizza de rúcula y jamón crudo se tratara. Uno de los así delimitados triángulos (que, para apegarnos a la metáfora, no contaría con aceitunas, pero sí, quizá, con una anchoa dispuesta perpendicularmente), se ajusta bastante a la forma de Mondiolandia, vista desde arriba con el Google Earth.
Pues bien, los charcos de chinche configuran un patrón bastante bien delimitado para el ojo avizor.
"Ya se donde va a atacar la próxima vez", se dice, emocionado, Tertulio. "Pero cuando??? Cuando????"
Mentalmente, y sin desanimarse, comienza a establecer en el plano de la ciudad los domicilios falsos que el delincuente (a quien el ingenio popular, nfluido quizá por la machacante y desvastadora publicidad de Crónica TV, ha bautizdo "El Loco del C. V.") ha aportado en sus tropelías... "Si tan solo tuviera chinches rojas", se lamenta nuestro héroe, mientras se confoma con insertar papelitos de caramelos Sugus al mapa, previo haberles dado una forma cónica, cínica y crónica de cucurucho embalsamado.
Suena la Mondio - llamada, ruge el Mondio-móvil por los empedrados de esta ciudad neblinosa y lúgubre, otro Telecentro siniestrado, otra llegada tarde, otra vez el escarnio.
Pero no todo es derrota. "Esta vez cometiste un error", le espeta a un imaginario Loco del C. V., que lo contempla horrorizado con sus imaginarias cuencas vacías, ya puesto a disposición de la Justicia de los Hombres. El criminal ha olvidado una bolsa de Carilinas. Y, para un perspicaz investigador como Tertulio, eso, a veces, basta.
Regresa a la Mondioguarida, cansado y estupefacto, pero con un quinqué de esperanza derramando su mortecina luz sobre la apesadumbrada alma de nuestro amigo.
En el camino de vuelta, un entrevistador lo detiene y le pregunta, sarcástico, su opinión acerca de la clausura de "Fibertel", el lugar donde el parvulerío mondilense adquiere sus crayones y sus respectivas madres compran retazos de tela para armar muñecos country. "Muchas cosas en la vida nos ofecen plenitud, y no son más que mentiras que desgastan la inquitud", contesta. Y, al hacerlo, un escalofrío recorre sus pensamientos, como si le hubieran adherido una tortafrita en el hipotálamo. Al otro semáforo se le apareció el Fantasma de las Navidades, personificado como Ricardo Arjona, y le pidió un peso para comprar ginebra.
Mientras tanto, al ritmo del tercer corte del último (y por ahora primer) demo de Kotorra Kon Katarro (que responde al nombre de "Se nos acaba el tiempo", y cuenta con la amigable participación de Steve Bays y de los demás Hot Hot Heat, en este caso se trata de una versión en vivo y acústica), Tertulio avanza en la creación de un microondas que enfríe. Sus avances le permitiron crear uno que no calienta. Y eso, mis amigos, ya es demasiado.

3 comentarios:

  1. Venìa màs o menos impresionado, por el "modus operandi" del delincuente.

    Pero la apariciòn de Arjona, me llenò de espanto.

    Suceden cosas asì, en mondolandia?

    Yo, andarìa armado.

    A ver si aparece Arjona, y no tengo con què cagarlo a tiros!!

    Lo de "Kotorra kom Katarro2, apoteòsico, como siempre.

    un abrazo.

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  2. ...que sucede que el Hombre - Mondiola no da señales...? será que Mondiolandia no cuenta ya con sus servicios?... tal vez esté de encubierto, tras los pasos de algún criminal de esta ciudad... o, en el peor y mas temido de los casos, haya sufrido un nuevo ataque de la mujer caracol...siendo esta vez mas efectiva que las veces anteriores.. de ser así.. temo por las torturas que puede estar padeciendo Tertulio..

    (...)

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  3. Estimado amigo Anónimo:
    Sucede que lo más arduo que me ha tocado sobrellevar en estos días de placa bacteriana cayendo del cielorraso, cuan manteca allí arrojada por derrochones y soberbios niños bien, es colocar un conito de esos que se usan para desviar el tráfico en el lavarropas y mirar atentamente a este artefacto a fin de predecir el momento exacto que pasa desde "Enjuague" a "Centrifugado", con un relativo éxito.
    Además, me salieron hongos.
    Tuyo
    Tertulio, el Asombroso Hombre - Mondiola

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No hay comentarios mas insipidos que los que se oyen en la cola de una ferreteria entre dos personas que van a comprar tornillos.