Si Tertulio, El Asombroso Hombre - Mondiola, fuera un caballo, en un día como este estaría atiborrándose de bola de lomo, o de las milanesas del gobierno.
Ver mas alla de lo que uno piensa que ve es tan sencillo... Solamente basta imaginarse que el mundo es un escenario y que todos los árboles y bichos-bolita del mundo estan en pelotas.
Con esta sencilla táctica, Tertulio pudo leer casi sin trabucarse las intenciones en la misa de las 9 de la Iglesia de la Virgencita del Sagradísimo Tonete, mientras la feligresía exclamaba extasiada "Te alabamos, Señor". Tras una hora y media de tedioso sermón, Tertulio respondió con un veloz "Podemos ir en paz, demos gracias a Dios" y abandonó las instalaciones del santuario a paso redoblado, en busca de aquellos dos NN masculinos que la noche anterior le habían saboteado el último cacho de vacío del gran asado universal.
Y si bien la mandioca no es santo de la devoción de Tertulio (y eso para decirlo en términos políticamente correctos) , no vaciló ni un instante en poner a Atilio "Peluca" Maldonado como centrojás en el Gran DT.
Ver mas alla de lo que uno piensa que ve es tan sencillo... Solamente basta imaginarse que el mundo es un escenario y que todos los árboles y bichos-bolita del mundo estan en pelotas.
Con esta sencilla táctica, Tertulio pudo leer casi sin trabucarse las intenciones en la misa de las 9 de la Iglesia de la Virgencita del Sagradísimo Tonete, mientras la feligresía exclamaba extasiada "Te alabamos, Señor". Tras una hora y media de tedioso sermón, Tertulio respondió con un veloz "Podemos ir en paz, demos gracias a Dios" y abandonó las instalaciones del santuario a paso redoblado, en busca de aquellos dos NN masculinos que la noche anterior le habían saboteado el último cacho de vacío del gran asado universal.
Y si bien la mandioca no es santo de la devoción de Tertulio (y eso para decirlo en términos políticamente correctos) , no vaciló ni un instante en poner a Atilio "Peluca" Maldonado como centrojás en el Gran DT.
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No hay comentarios mas insipidos que los que se oyen en la cola de una ferreteria entre dos personas que van a comprar tornillos.